Chukwueze permite seguir soñando al Villarreal en Champions

El Villarreal selló el billete a la semifinal de la Champions League tras empatar con el Bayern de Múnich en el Allianz Arena  (1-1). El equipo de Unai Emery resistió ante el conjunto bávaro, que aunque se adelantó en el marcador con un gol de Robert Lewandowski terminó siendo empatado con un tanto de Samu Chukwueze para mantener vivo el sueño de los groguets en Europa.

Un Villarreal con licencia para soñar llegaba al Allianz Arena, con la misión de sellar el billete a la semifinal de la Champions League. Unai Emery optó por no tocar nada y puso a los mismos once hombres que en la ida lograron desarmar al Bayern de Múnich: Rulli; Foyth, Albiol, Pau, Estupiñán; Capoue, Coquelin, Parejo; Lo Celso, Danjuma y Gerard Moreno.  En cambio, Julian Nagelsmann obligado a remontar el 0-1, cambió el sistema a tres centrales y salió con: Neuer; Pavard, Upamecano, Lucas; Sané, Kimmich, Goretzka, Coman; Müller, Musiala y Lewandowski.

Con el guion esperado, el Bayern salió a buscar pronto la portería de Rulli, ante una defensa, la del Villarreal concienciada en que iba a tocar estar concentrado desde el inicio hasta el final. No renunció tampoco el equipo amarillo a atacar en los primeros compases, con un Lo Celso muy hábil a la hora de encontrar espacios y buscando asociarse con Gerard Moreno o Danjuma, que no tardaron en asomar al área de Neuer.

Insistía el Bayern y resistía el Villarreal. El conjunto bávaro trataba de percutir por las bandas y colgar balones al área, especialmente activo por la derecha Sané, que metió un buen centro al que por milímetros no llegó de cabeza Kimmich. Avisaban los alemanes, mientras el equipo español buscaba sorprender al espacio, obligando a Neuer a salir de su área.

Pulso Lewandowski y Albiol

Transcurrida la primera media hora de juego sin movimientos en el marcador, el Bayern se empezaba a impacientar, especialmente un Lewandowski que no había olido ninguna en el área. El delantero polaco hizo una dura entrada a la altura del tobillo de Albiol, que le costó la amarilla y poco después tuvo otro choque con el central español en el área que obligó al colegiado a mediar entre ambos.

Después de aguantar estoicamente, el Villarreal probó fortuna en ataque en los últimos minutos del primer tiempo, con una acción que culminó Moreno estrellando el balón en la lateral de la red y con el que se llegaba al descanso con el 0-0. 45 minutos separaban a los groguets de la semifinal de la Champions League.

En la reanudación, el Bayern subió el listón. Intentó sorprender de inicio, pero Rulli estuvo valiente y le sacó el balón a Musiala, mientras intentaba controlar el esférico a pase de Sané. Luego Upamecano probó con un disparo que se marchó por poco por alto.  Notaba la presión el Villarreal y cometió un error. Una mala salida de balón de Parejo provocó el robo de los bávaros, en una jugada que culminó Lewandowki para igualar la eliminatoria en el minuto 52. El polaco recibió, se giró en la frontal y la ajustó al palo, colándose el esférico en la portería tras impactar con el palo.

El tanto dio alas a los bávaros, que atacaban con más ímpetu, encontrando cada vez más socios en ataque y obligando a los de Unai Emery a tener mil ojos. Probaba Lucas Hernández con un tiro que se iba alto, después perdonó Müller una muy clara y también Coman intentó sorprender con un fuerte disparo que por poco no encontró portería.

Nagelsmann gastaba una bala más y metía a Gnabry por Musiala en el minuto 81. Justo ahí llegó la más clara para el Villarreal, con un disparo cruzado de Danjuma que casi lamió el palo de la portería de Neuer. Fue su última ocasión, pues Emery dio entrada a Pedraza para que ocupara su sitio. También metió a Chukwueze por Coquelin.

Daba por buena el Allianz Arena la prórroga cuando apareció en carrera Gerard Moreno para asistir a Chukwueze y éste con un zurdazo superó a Neuer para poner el 1-1 en el 87, un tanto que daba el billete al Villarreal para volver a unas semifinales 16 años después. El equipo groguet culminaba la machada iniciada en la Cerámica y se metía entre los cuatro mejores de Europa después de cargarse a otro gigante.