Al Barça le queda grande Vallecas
El Rayo Vallecano se impuso por 2-1 en Vallecas al Barcelona con los goles de Álvaro y Fran García
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Al Barcelona le quedó grande Vallecas. El Rayo pasó por encima de un líder de la Liga que volvió a mostrar su peor cara, esa que a veces le ha dado para rascar puntos o incluso ganar con pocos argumentos, pero que no fue suficiente para parar a los García. Álvaro y Fran golpearon a los culés con sendos goles de los que sólo hizo por reponerse Lewandowski, con un gol que animó el partido en su tramo final, pero que fue insuficiente.
Trámite en Vallecas para el Barça y menos mal, que pensaría Xavi. El técnico tenía claro que el encuentro de la jornada 31 de la Liga no iba a ser ni mucho menos sencillo. Ya fuera por el césped, las dimensiones del terreno de juego o porque desde que se sentó hace año y medio en el banquillo culé, los de Iraola son su coco particular. Tres enfrentamientos y ninguna victoria. Por suerte para ellos, el Real Madrid pasa de esta Liga y se dejó llevar en exceso en Girona.
Pese a que para los azulgranas daban prácticamente igual los tres puntos, lejos de especular, el de Tarrasa tiró de todo lo que tenía. Incluso de un Pedri que, tras dos meses de inactividad, tuvo media hora contra el Atlético y que volvía a la titularidad.
Ter Stegen estaba bajo palos, escoltado por Araujo y Marcos Alonso en el eje de la zaga, con Koundé y Balde en los laterales. El centro del campo, en ausencia de un sancionado Busquets, era para De Jong, Gavi y el mencionado canario. Arriba, Ferran repetía junto a Raphinha y Lewandowski.
Más falta le hacía la victoria al equipo franjirrojo, que con la permanencia sellada, aspira a una plaza en la Conference League el próximo curso. Sin Comesaña, el Rayo ponía sobre el verde a: Dimitrievski; Balliu, Catena, Lejeune, Fran García; Unai, Valentín; Isi, Trejo, Álvaro García; y Camello.
Desde el comienzo del choque se vio a un equipo más inspirado que a otro. Los locales salieron mordiendo y pronto tuvieron que hacer intervenir a Ter Stegen, en una acción polémica puesto que en el rechace pidieron un penalti de Pedri sobre Trejo, que Gil Manzano no consideró. Sería en el 19′ cuando Álvaro García batía al alemán con un disparo cruzado.
Trataba de reaccionar el Barça, que no llegaba mucho, pero cuando lo hacía era con mucho peligro. De hecho, Dimitrievski evitó el empate sacando una mano prodigiosa a Lewandowski, en un uno contra uno. Resistía el Rayo, que más que aguantar las embestidas, trataba de volver a hincar el diente, ante una afición totalmente entregada a la causa. Avisaba Isi con un disparo que se marchaba rozando la cruceta y, apenas un minuto después, Gil Manzano perdonaba un penalti por manos de Gavi.
Cometió en los minutos finales de la primera parte el Rayo el error de darle el balón a su rival, que comenzó a aparecer con peligro. Lewandowski logró el empate, pero estaba adelantado y el tanto no subió al marcador. Justo antes del pitido que les mandaba a vestuarios, Raphinha la pegó desde fuera del área, obligando a Dimitrievski a estirarse.
En la segunda mitad, el Rayo volvió a ponerse el traje de faena. Y si hay alguien que sabe mejor que nadie lo que es eso es Fran García. Aprovechó un toque de cara de Trejo para arrancar la moto en dirección a la portería de Ter Stegen, al que llegó sin imposición y al que batió por bajo. Tuvo incluso el tercero Camello, pero la mandó fuera.
El Barça no hacía amago alguno de reaccionar, ni siquiera después de que Xavi introdujese cambios. Ansu y Alba entraron por Ferran y Marcos Alonso, mientras que buscó con Kessié un punto más en lo físico, metiéndole por Pedri o sacando a un Gavi desaparecido desde que vio la amarilla, pero era muy poco lo que daba el equipo ante un Rayo que seguía llegando con peligro, en busca del tercero que sentenciara el encuentro, bajo los olés de un estadio que explotó con el pitido final.
El gol de Lewandowski le puso picante hasta el final, pero no pudo evitar que los rayistas sumaran su cuarto encuentro contra los barcelonistas invictos, con tres victorias y un empate. Dos de esos triunfos han llegado en Vallecas, donde si hay algo pequeño, como dijo Xavi, es un Barça al que le han tomado la medida.