CLÁSICO: REAL MADRID VS BARCELONA

El Barça incurrirá en alineación indebida si Neymar juega el Clásico

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Neymar durante un partido con el Barcelona. (Getty)
Javier Iglesias

El Barcelona está empeñado en utilizar todas las artimañas posibles para que Neymar pueda disputar el Clásico a pesar de estar sancionado por su expulsión y posteriores aplausos al cuarto árbitro en Málaga.

En por ello que este viernes el TAD inició su reunión sin haber recibido el recurso del club azulgrana, después de que el Comité de Apelación confirmase la sanción de tres partidos al delantero brasileño.

El propio presidente del Tribunal Administrativo del Deporte, Enrique Arnaldo, a eso de las 15:00 horas fue el que comunicó que no pudieron estudiar el caso de Neymar, puesto que no había llegado “ningún recurso”. “Ya hemos terminado la reunión y nadie ha pedido la cautelar”, añadió.

Sin embargo, el Barcelona, a través de un comunicado oficial, había anunciado que tenía previsto recurrir. ¿Cuál es la estrategia del Barcelona? Según publica la web especializada en derecho deportivo Iusport, el Barcelona ha enviado al TAD un escrito en el que el club informa de que aún está en plazo para recurrir y que, de acuerdo al 90.3 de la Ley 39/2015, sobre procedimiento administrativo, la sanción no es ejecutiva y por tanto no ha adquirido «firmeza».

Siempre según Iusport, el Barcelona considera aún que la sanción a Neymar no es ejecutiva y por tanto podría jugar el Clásico. Sin embargo, el citado medio es muy claro: se incurría en alineación indebida si el brasileño salta al césped. 

La razón es que las sanciones que imponen un comité federativo no son actos administrativos y que adquieren esa condición cuando interviene el TAD. Entonces podría aplicarse el artículo 90.3, pero con la particularidad de que sus decisiones agotan la vía administrativa, por lo que adquieren firmeza y son inmediatamente ejecutivas.

Eso significa que en el caso de el Barcelona decidiese alinear a Neymar se le aplicaría el artículo 76 del Código Disciplinario de la RFEF y se le daría el partido por 3-0, siempre y cuando la diferencia del partido no fue mayor.

La sanción de tres partidos se debe por un lado a la expulsión por ver dos tarjetas amarillas, que acarrea un duelo de sanción, más otros dos por los aplausos del brasileño al estamento arbitral tras su expulsión.

El acta del árbitro, Gil Manzano, recogió las dos amarillas al blaugrana por “no respetar la distancia reglamentaria en la ejecución de una falta, tras ser advertido previamente” y por “derribar a un contrario en la disputa de un balón” y la indisciplina que conllevó una sanción mayor “tras ser expulsado y cuando iba a entrar en el túnel de vestuarios, se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole”.

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