El de Aytekin sí fue un robo
No hay polémica. El penalti de Benatia a Lucas Vázquez en el minuto 93 no tiene discusión. El central de la Juventus arrolló al canterano del Real Madrid y Oliver acertó señalando la pena máxima. Los que acusan a los blancos de ayudas arbitrales olvidan el arbitraje de Deniz Aytekin en el Barcelona – PSG del curso pasado.
La actuación del colegiado alemán fue un despropósito desde el primer minuto hasta el pitido final. Penaltis no pitados a favor del PSG y otros inventados a favor del Barça fueron clave en beneficio de los culés para que pudieran culminar una remontada que terminaría apeando a los franceses de la Champions League.
A los diez minutos, Aytekin se comió el primer penalti que cometió el Barcelona. Fue de uno de esos futbolistas que tiene barra libre dentro del área: Javier Mascherano. El argentino cortó con la mano un centro de Draxler, por lo que el colegiado alemán comenzaría con su recital de errores garrafales.
Lo siguiente sería una pena máxima inexistente de Meunier a Neymar. El belga se resbaló y el carioca le buscó para caer derribado. Penalti fantasma y gol del Barcelona. Posteriormente, con el marcador 3-1, se produciría otra mano dentro del área culé. Esta vez sería Piqué el que interceptaría un centro de Ángel di María. Una vez más, Aytekin no quiso verlo.
Lo peor estaba por llegar
Por si fuera poco, en el minuto 90, Luis Suárez se ‘desmayaría’ dentro del área cuando sintió la respiración de Marquinhos. Ese aire en la nuca que sintió el uruguayo fue más que suficiente para irse al césped y que Aytekin hiciese sonar su silbato a la vez que señalaba el punto de cal.
El mayor escándalo lo protagonizaría Javier Mascherano. El argentino derribó a Di María cuando su compatriota estaba mano a mano con Ter Stegen. Incluso el que fuera central del Barcelona reconoció tras el partido que había cometido penalti.
Al tiempo de descuento se llegó con un Barcelona que necesitaba un gol para remontar la eliminatoria. Con los seis cambios – equivalente a tres minutos de tiempo extra – y sin que pasase nada relevante, Deniz Aytekin añadía cinco minutos. Una barbaridad antológica que marcó el partido, ya que Sergi Roberto hizo el gol azulgrana que dejaba patente el verdadero robo del siglo.