Un Atlético de pata negra se cena al Guijuelo (4-1)
Después del 0-6 de la ida, el Atlético de Madrid se presentaba al trámite ante el Guijuelo con muchas novedades en el once de Simeone como el doble lateral derecho formado por Vrsaljko y Juanfran, Thomas, Gaitán y Torres, entre otras, en un Vicente Calderón desangelado.
Si en tierras salmantinas, el botiquín con forma de jamón se había llevado todos los focos, ahora la camiseta visitante con una pieza de este rico manjar era lo que protagonizaba los minutos previos del partido.
Ya con el balón en juego, el primer acercamiento de peligro vino por la diestra, precisamente con un centro de Vrsaljko que no encontró destinatario. Cuándo no se había cumplido todavía el minuto 15, un disparo del otro lateral, Lucas, rozó el palo derecho.
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final Gaitán adelantó a los colchoneros tras una buena jugada de Thomas y mejor disparo justo al otro poste. Poco después otro eslalon de esta vez Correa a punto estuvo de poner tierra de por medio en el marcador.
No falló a la siguiente el argentino después de que un cabezazo de su compatriota y primer goleador se estrellara contra el larguero, quitando las telarañas del mismo lado éste.
El Angelito era el más activo y un pase suyo de la muerte casi se convierte en el tercero, que si conseguiría instantes después al encontrar a Juanfran actuando de extremo, y mandándola una vez más a la escuadra.
Una expulsión evitable
Tendría la primera el Guijuelo a la media hora de encuentro con un cabezazo de Jorge Juliá que paró bien Moyá, justo antes de que Raúl Ruiz se fuera a la calle por doble amarilla al protestar una falta a favor a Estrada Fernández, expulsión que silbó el Calderón al unísono.
Antes del descanso Saúl tendría otra de cabeza en un ambiente todavía enrarecido por la roja que había desigualado aún más el duelo. Aún así los salmantinos tendrían otra por medio de Álvaro que el propio 8 del Atlético se encargó de evitar y a renglón seguido el ídolo por excelencia, Fernando Torres, hizo el cuarto tras una carambola en la que de nuevo Correa llevó la voz cantante.
En la reanudación, Jordi Fabregat, técnico visitante, cambió delantero por delantero -Pinto entró y Dimas salió- en unos 45 minutos sin apenas expectación y precisamente uno de sus compañeros, Juliá, tuvo la primera de esta segunda mitad, con un disparo desde fuera del área.
De nuevo Saúl tuvo otro testarazo sólo desde el área pequeña pero su picada fue en demasía. Mientras tanto, el Guijuelo movía el balón mientras el equipo rojiblanco no presionaba, quizá por orden del propio Cholo.
Tan sólo la entrada de Cerci, que disputaba sus primeros minutos oficiales de la temporada y volvía a vestir la elástica rojiblanca dos años después, levantó la mirada de los aficionados desplazados a la ribera del Manzanares que se rieron con la sustitución. Gaitán obligaría a lucirse al guardameta visitante Carlos Morales y Torres no midió bien prácticamente a portería vacía.
Los minutos pasaban y las ocasiones apenas se sucedían. Fue entonces cuándo Gameiro y Carrasco entraban al terreno de juego por Gaitán y Correa en busca de más mordiente atacante para este último cuarto de hora largo.
Sin embargo el que llegaría sería el gol de la honra no sólo del partido sino de la eliminatoria por medio de un cabezazo espectacular de Pino después del centro preciso de Álvaro. Gameiro también tendría su ocasión, que mandó fuera, pero ya estaba todo el pescado vendido o en este caso jamón, y del bueno.