Liga Santander 2019-20: Athletic – Barcelona

Aduriz es eterno

Athletic Barcelona
El Athletic derrotó 1-0 al Barcelona con gol de Aduriz.

Hay Liga sin Messi. El Barcelona echó de menos a su gran estrella y perdió en San Mamés en el estreno de la Liga 2019-20. Un golazo memorable de chilena del veterano Aduriz, que había salido en el 88, dio la victoria a un Athletic que había sido mejor en el primer tiempo pero que se diluyó tras el descanso.

Al Barça le faltaba Messi. Baja gorda. La madre de todas las bajas podría decirse. Y Valverde, que arranca su tercera temporada en el banquillo del Barça cuando pocos –Messi sí– daban un duro por él, decidió apostar por un tridente formado por Dembelé, Griezmann y Luis Suárez, que tampoco es poca cosa. Más noticia era las suplencias de Busquets, otrora intocable y ahora no tanto, y la de Rakitic, al que el Barça se empeña en colocar en la operación Griezmann. De Jong, Sergi Roberto y Aleñá formaban un mediocampo con mucho toque y poco físico. En la portería y la defensa nada cambiaba: Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba.

Williams dio el primer aviso del Athletic con un trallazo que sacó Ter Stegen con una mano maravillosa. El portero del Barcelona sigue en su línea de ser el futbolista más regular y más decisivo de las dos últimas Ligas. El Barça intentaba encontrarse a sí mismo, pero la pelota, el dominio y el peligro eran del Athletic.

De nuevo Williams la tuvo en el 14 y de nuevo Ter Stegen evitó el gol, esta vez en un mano a mano que el delantero del Athletic no supo resolver porque se le atrancó un poco el control. San Mamés pesaba al Barça y llevaba al Athletic como el Falcon a Pedro Sánchez: en volandas. La mala noticia para los rojiblancos era su falta de puntería.

El Athletic domina… y perdona

La presión alta del equipo de Garitano convertía en misión imposible la salida del balón del Barça. La incógnita era saber cuánto tiempo iba a durar la gasolina a los jugadores del Athletic, que habían corrido en 20 minutos más que Benzema en diez temporadas. Pero en la primera media hora el repaso físico de los rojiblancos a los azulgranas había sido sido enorme.

Un regalo incomprensible del central Unai Núñez a Luis Suárez a punto estuvo de costarle carísimo al Athletic. El uruguayo, que se había quedado lesionado en el área, recibió el pase inesperado y es tal su voracidad goleadora que, hasta cojo, se soltó un disparo que se estrelló contra el poste derecho de la meta rojiblanca.

La lesión de Luis Suárez obligó a Valverde a cambiar todos sus planes. Metió a Rafinha y descolgó a Griezmann y Dembelé arriba. Igual le venía hasta bien a un Barça que estaba sufriendo ante el Athletic como un guiri a pleno sol. Raúl García perdonó el 1-0 en el 35 después de una buena jugada coral de los bilbaínos.

La entrada de Rafinha dio algo más de presencia al Barça en el centro del campo e incluso pudo marcar el hispano-brasileño después de un zapatazo con la zurda que repelió el larguero tras tocar el meta Unai con la yema de los dedos. Frisaba el 45 y con la consignada ocasión nos íbamos al descanso. El Athletic había sido mejor pero el Barça, casi sin querer, había pegado dos palos.

Manda el Barça en la reanudación

En la reanudación Valverde hizo su segundo cambio: entró Rakitic y se fue Aleñá. Y nació otro partido. El Athletic se metió atrás y concedió terreno y pelota al Barcelona. Nunca lo hiciera. Dembelé comenzó a aparecer, igual que un ubicuo Rafinha, que desperdició un mano a mano ante Unai en el 52. De nuevo palo. Tres. El partido había cambiado de color como un camaleón. Ahora era azulgrana. San Mamés estaba como si hubieran repartido lexatines por la grada. Por lo silencioso, más que la Catedral parecía el claustro de un monasterio.

Una contra de Iñaki Williams volvía a sacar en plano a Ter Stegen, pero el partido ya era abiertamente del Barça. La lesión de Luis Suárez había obligado a Valverde a acertar al meter un cuarto centrocampista (Rafinha) y, después, el propio técnico había decidido meter a un jugador con los galones de Rakitic.

Garitano hizo su primer cambio en el 65: fuera el veterano De Marcos y dentro el joven Sancet, recibido por San Mamés cual Vinicius en el Bernabéu. El duelo se estaba cayendo pero la pelota la monopolizaba el Barça. Rakitic volvió a rozar el gol en un balón suelto en el áera, pero su disparo se marchó alto.

El tercer cambio de Valverde fue ofensivo. El chaval Carles Pérez, héroe por accidente en la pretemporada, por un desdibujado Sergi Roberto. Al Athletic se le estaba haciendo eterno el segundo tiempo. Fundidos de piernas, los rojiblancos se refugiaban en campo propio y sólo el ritmo cansino del Barça y la ausencia de Messi podría darles el preciado botín del 0-0.

El cronómetro también jugaba a favor del Athletic. Al Barça se le agotaba el tiempo y los locales ya sólo querían perderlo. Los de Valverde coleccionaban córners pero en el juego aéreo, pero en ese capítulo se defendía sin apuros el Athletic. En los últimos minutos entró Aduriz, más para perder tiempo que para inquietar a la defensa azulgrana.

Pero los delanteros como Aduriz son eternos. Sólo necesitó tocar un balón para demostrarlo. Marcó un gol memorable, histórico, bellísimo. Una chilena imposible desde el área grande y, a sus 38 años, Aduriz marcaba el primer gol de la Liga y, posiblemente, uno de los más bellos que se verán esta temporada.

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