Así lo vivió el nuevo técnico: elegante y sin parar de dar órdenes
Zinedine Zidane se reencontró con el calor del Santiago Bernabéu nueve años después de su retirada. El entrenador francés no ha perdido la sintonía con el coliseo blanco, pese a que estuvo nervioso y no lo ocultó. Desde el primer minuto de juego y hasta que dio por sentenciado el partido allá por el minuto 75, el galo permaneció levantado en la zona técnica dando instrucciones de manera tímida e ininterrumpida a sus jugadores. Zizou llamaba a los suyos y corregía posiciones, a veces incluso sobrepasando la zona delimitada para entrenadores. Sin embargo, el estilo poco o nada tiene que ver con el de un Rafa Benítez que gesticulaba en exceso en muchos encuentros.
Zidane demostró ser un tipo tranquilo en su semblante. No hubo celebración en ninguno de los goles. Simplemente se acercó tras ellos a su segundo David Bettoni para repasar algunos aspectos estratégicos que rápidamente comunicaba a Marcelo o Modric, sus principales interlocutores en el partido. Zidane no se dirigió ni al colegiado ni al cuarto árbitro mostrando una actitud que evoca a la de Carlo Ancelotti. Eso sí, se mordió las uñas en algunas acciones, dejando claro que pese a su semblante, algo de nervios sí que pasó hasta que Benzema y Bale sentenciaron el choque.
El técnico lució traje en la primera mitad y chubasquero en la segunda, merced a las condiciones meteorológicas cambiantes. El ex campeón del Mundo y de Europa se ganó al Bernabéu en cada gesto y acabó el choque ovacionado por un público muy ilusionado y agradecido al equipo por el fútbol desplegado. El galo chocó las manos en cada cambio con cada uno de sus jugadores y especialmente cariñoso se mostró con el trigoleador Bale.
Así es Zidane como técnico. Un hombre tranquilo en apariencia que no para de dar instrucciones a sus jugadores. El francés vivió el debut soñado ante uno de sus rivales favoritos en la Liga Española. ¿Quién no recuerda el golazo que consiguió una noche de Reyes ante el Deportivo?