Alaphilippe se luce en una jornada alpina sin ataques entre los favoritos al Tour
Julian Alaphilippe dio más lustre a la inolvidable temporada que está protagonizando el Quick Step. El equipo belga, que va camino de batir el récord de triunfos en pruebas UCI World Tour, sumó su tercer triunfo –tras los dos logrados por el sprinter colombiano Fernando Gaviria– en la primera jornada alpina en el Tour de Francia 2018 terminada en Le Grand-Bornand.
Entre los favoritos al triunfo no hubo grandes cambios en la general. El Sky de Chris Froome –que pinchó en el tramo de arena y al que nadie se atrevió a atacar– dominó de cabo a rabo la etapa permitiendo incluso al líder Greg Van Avermaet mantener el jersey amarillo en una fuga en la que Alaphilippe sería el más fuerte a la postre.
El bajo ritmo hizo que los grandes gallos salvasen la jornada sin mayores apuros, aunque algunos como Alejandro Valverde mostraron ciertos síntomas de debilidad cuando se movió el manzano. El segundo clasificado de la pasada edición, el colombiano Rigoberto Urán, dijo adiós a sus opciones de general, mientras que otros que tenían ilusiones como Mollema, Zakarin o Majka también perdieron un minuto por demérito suyo.
El Sky dio una sensación de superioridad abrumadora en una primera etapa de montaña donde llegó al último puerto con cinco corredores y ni tuvo que hacer uso apenas de Geraint Thomas o Egan Bernal en ese puerto final. La conclusión para el resto de favoritos es terrible, puesto que Froome anda escoltado por un equipo que va a dominar la carrera a su antojo en cuanto se empine la carretera.
La exhibición de Alaphilippe, nuevo líder en la montaña, no ensombrece la gran actuación de Ion Izaguirre, quien concluyó segundo en una etapa de montaña que probó con éxito el puerto de Plateau de Glieres. Quédense con ese nombre, porque será uno de los puertos por donde el Tour pasará más en los próximos años.