Qué es el ‘burnout’ o síndrome del trabajador quemado y cómo puedes obtener la incapacidad absoluta

Ana, una trabajadora del aeropuerto de Gran Canaria, ha obtenido recientemente la incapacidad permanente absoluta debido al síndrome del trabajador quemado. Con más de 35 años como agente en el aeropuerto, Ana enfrentó un estrés laboral crónico, reconocido como una enfermedad profesional por la OMS desde 2022. Desde 2015, experimentó cinco bajas laborales por ansiedad y estrés agudo, atribuidos a turnos extenuantes, alta carga laboral y un ambiente conflictivo. La falta de tiempo libre adecuado afectó significativamente su vida social.

Inicialmente, su solicitud de incapacidad permanente fue denegada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, pero un juez de lo Social en Las Palmas falló a su favor. El fallo se basó en informes médicos y periciales que confirmaron el síndrome del trabajador quemado y su evolución hacia un trastorno depresivo. La abogada de Ana, Fany Barreto, quien anteriormente trabajó como matrona, desempeñó un papel crucial al presentar pruebas que respaldaban el diagnóstico. Ana describió la sobrecarga emocional que ha llevado durante años, expresando cómo el estrés acumulado eventualmente desencadenó un estado depresivo.

Qué es el síndrome del trabajador quemado

El síndrome de «burnout», conocido como el síndrome del trabajador quemado, surge debido a la prolongada exposición al estrés laboral. Este estado se caracteriza por un agotamiento físico y mental persistente, con impactos negativos en la personalidad y autoestima del individuo.

Los trabajadores afectados por el «burnout» pueden adoptar actitudes de indiferencia y desapego, manifestando menor compromiso con sus responsabilidades laborales. Esto se refleja en interacciones laborales con compañeros y clientes, con síntomas comunes como irritabilidad y distanciamiento.

La productividad también se ve afectada, ya que la desmotivación y frustración conducen a una falta de concentración, olvidos frecuentes y dificultades para completar tareas. Este ciclo perpetúa el agotamiento y empeora la situación del individuo.

Combatir el síndrome de «burnout» implica identificar sus causas subyacente. Factores personales incluyen baja tolerancia al estrés y situaciones personales complejas, mientras que factores organizacionales pueden ser sobrecarga de trabajo, falta de apoyo y un ambiente laboral tenso.

Síntomas

El síndrome del trabajador quemado, puede manifestarse de diferentes formas según la persona y las condiciones laborales. Este síndrome no sólo afecta la salud emocional, sino también la física y mental, deteriorando la calidad de vida de quienes lo padecen.

En primer lugar, los síntomas de agotamiento mental son bastante notorios. Las personas suelen sentir un agotamiento mental persistente que se manifiesta como una fatiga constante y dificultad para concentrarse. Asimismo, actúan con cinismo, adoptando una actitud negativa y sarcástica hacia las tareas laborales.

Este comportamiento suele ir acompañado de una irritabilidad desproporcionada, lo que puede afectar significativamente las relaciones interpersonales en el entorno laboral. Además, la desmotivación y el desinterés se hacen evidentes, dificultando la capacidad de afrontar nuevos retos.

Por otro lado, los síntomas de agotamiento físico también son frecuentes en quienes sufren «burnout». El cansancio extremo y la pérdida de energía se deben al estrés constante y al agotamiento físico. Estas personas suelen experimentar estrés y ansiedad crónicos, lo que se traduce en malos hábitos de sueño y problemas de salud frecuentes, como dolores de cabeza, resfriados, y en casos más graves, enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.

Asimismo, el agotamiento emocional es un componente crucial del síndrome del trabajador quemado. Las personas afectadas sienten un profundo agotamiento emocional que les impide disfrutar de sus actividades laborales. También es común experimentar sentimientos de desesperanza y una sensación abrumadora de aislamiento. Finalmente, los empleados creen que son incapaces de hacer frente a nuevos desafíos, lo que contribuye a una baja autoestima y una autopercepción muy negativa.

Fases

El síndrome de «burnout» es un proceso complejo que se desarrolla en varias etapas, cada una con características y desafíos específicos.

En la fase inicial, el trabajador está inmerso en un nuevo empleo y muestra un alto nivel de entusiasmo. Las expectativas son elevadas, y la motivación es evidente. Sin embargo, este entusiasmo puede ser efímero si no se maneja adecuadamente, lo que puede llevar a una sobrecarga temprana.

Con el tiempo, el trabajador comienza a enfrentar desafíos que ponen a prueba su capacidad. Durante esta fase, surgen dudas sobre su competencia para manejar eficazmente estas demandas, lo que genera estrés y ansiedad.

En la fase de frustración, el síndrome de burnout empieza a manifestarse de manera más evidente. La frustración se apodera del individuo, y la motivación inicial empieza a desvanecerse. El trabajador puede sentirse abrumado por las exigencias del trabajo y tener dificultades para mantener su nivel de rendimiento.

En la fase de apatía, el trabajo pierde su significado y propósito para el individuo. Éste experimenta una profunda falta de realización profesional y comienza a desvincularse emocionalmente de sus responsabilidades laborales.

Por último, la fase de quemado es la etapa más crítica del síndrome de «burnout», donde las consecuencias del agotamiento mental y emocional son más evidentes.