¿Por qué los espejos se colocan inclinados en un periscopio?
Para el que aún no lo sepa, un periscopio es un elemento con forma de tubo que, gracias a la utilización de prismas o de espejos, permite ver una región que resulta imposible de visualizar sólo con los ojos.
A través de su particular diseño, un periscopio posibilita que alguien que está oculto en una trinchera o en otro espacio semejante, vea sin ponerse al descubierto. A continuación, vamos a explicarte cómo funciona…
Funcionamiento del periscopio
Como decimos, el periscopio es un aparato que permite ver objetos que se encuentran por encima del nivel de nuestros ojos. El periscopio más simple está formado por dos espejos inclinados colocados a una cierta distancia en dirección vertical.
Se trata de un tubo con un juego de espejos en los extremos, paralelos y en un ángulo de 45º respecto a la línea que los une. La luz que proviene de un objeto incide en el espejo superior, se refleja hacia el inferior, y desde éste llega al ojo del observador, que ve una imagen del objeto.
En periscopios más avanzados, como los de los submarinos, se les ha añadido unas lentes adicionales para ampliar la imagen. En estos aparatos, los espejos se sustituyen por prismas para tener una mejor calidad de las imágenes.
¿Conoces el fenómeno de la reflexión de la luz? Te lo explicamos a continuación…
¿En qué consiste la reflexión de la luz?
Cuando la luz incide sobre un cuerpo, éste la devuelve al medio en mayor o menor proporción, según sus propias características. Este fenómeno se llama reflexión y gracias a él funciona, precisamente, el periscopio.
La reflexión consiste en el cambio de dirección del rayo de luz al incidir oblicuamente sobre una superficie, y se cumple que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.
Cómo se produce el fenómeno en un periscopio
En el espejo del extremo superior se reflejarán los objetos que se sitúan en el área fuera de nuestra visión y que queremos observar. Cuando la luz incide sobre el primer espejo a 45º, siguiendo el principio de ángulo incidente=ángulo reflejado, se reflejará a 45º también, y por lo tanto, el rayo incidente y el reflejado formarán entre sí un ángulo de 90º.
Esto permite que la luz siga la trayectoria del tubo hasta llegar a su segundo extremo, y que se vuelva a reflejar en el segundo espejo, aunque la imagen, esta vez, estará invertida.
En el segundo espejo se repetirá exactamente el mismo proceso que en el primero: al incidir la luz a 45º se reflejará a 45º, formando un ángulo de 90º y acompañando otra vez la trayectoria del tubo, volviendo a invertir la imagen.
Por lo tanto, los rayos reflejados finalmente y percibidos por el ojo que mira corresponden exactamente a la imagen original.