Paga 18.000 dólares por su alquiler en Miami y así es su piso por dentro: planta 45 y un salón con vistas de ensueño


En el corazón de Miami, una de las ciudades más vibrantes y exclusivas de Estados Unidos, vivir en un rascacielos de lujo es el sueño de muchos… y la realidad de unos pocos. Con precios que pueden parecer imposibles desde otros rincones del mundo, hay quienes están dispuestos a pagar cifras desorbitadas por este estilo de vida. Tal es el caso de un joven que paga 18.000 dólares mensuales por su alquiler en uno de los edificios más altos y sofisticados de Miami.
Su apartamento se encuentra en la planta 45 y ofrece vistas panorámicas que quitan el aliento. Pero este piso no es sólo fachada: diseño moderno, comodidades de lujo, terraza con vistas de ensueño y una distribución pensada para el confort total. En un vídeo que se ha hecho viral, el inquilino abre las puertas de su hogar para mostrar cómo se vive en uno de los complejos más exclusivos de la ciudad.
El desorbitado precio del alquiler en Miami
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«¿Cuánto pagas de alquiler aquí en Miami?», le preguntan. «18.000 dólares», responde sin titubeos Lejos de parecer sorprendido por la cifra, añade que ha perdido cierta sensibilidad respecto al dinero desde que vive en Estados Unidos. Para alguien que proviene de España, ese precio resulta excesivo, pero en ciudades como Miami, donde el coste de vida es muy alto, pagar esa suma por un lugar así empieza a parecer normal.
Antes de entrar en el apartamento, ya se percibe que éste no es un edificio cualquiera. Tiene 17 plantas de aparcamiento, y cada una de ellas está repleta de coches de alta gama. Desde deportivos europeos hasta modelos exóticos, la colección que alberga el garaje da pistas del tipo de residentes que vive en esta torre.
El protagonista no se queda fuera de esa tendencia: «Sí, yo también tengo uno, pero te lo enseño después», dice con una sonrisa. Este pequeño detalle refleja cómo el nivel de vida de los inquilinos está marcado por los símbolos de estatus, pero también por una cierta naturalidad al convivir con el lujo.
La visita al apartamento comienza con un pequeño baño para invitados. Aunque no es el centro de atención, todo está impecablemente diseñado. Los acabados, la iluminación y los detalles demuestran que incluso los rincones más pequeños están pensados para transmitir calidad.
Las habitaciones son tipo suite, lo que significa que cada una cuenta con su propio baño privado. Este formato aporta privacidad a los residentes e invitados, y es un estándar en apartamentos de este nivel. La habitación principal es una de las joyas del apartamento. Tiene no uno, sino dos vestidores, algo que rara vez se ve incluso en viviendas de alta gama. Este detalle permite que cada persona tenga su espacio propio para organizar ropa, accesorios y objetos personales sin invadir el del otro.
Al llegar al salón principal, la expresión «lujo moderno» cobra sentido. Un espacio amplio, de concepto abierto, que une cocina, comedor y zona de estar, todo con una vista panorámica que abarca por completo una de las paredes.
La elección de la planta 45
Uno de los aspectos más llamativos del apartamento es su ubicación dentro del edificio: la planta 45. «Nos mostraron varios pisos, pero elegimos este porque ya estás al nivel o incluso por encima del resto de los edificios», explica. Esto no sólo proporciona una vista más despejada y espectacular, sino que garantiza mayor privacidad y menos ruido.
Vivir a esa altura implica una sensación de aislamiento del caos urbano. Desde el salón o la terraza, lo que se contempla es un mar de rascacielos, el océano a lo lejos y un cielo que parece más cercano. La elección no fue casual: forma parte del concepto de vivir «por encima de todo».
Vivir como experiencia
Pagar 18.000 dólares mensuales en Miami no es sólo alquilar un lugar donde vivir. Es adquirir un estilo de vida. El edificio ofrece servicios y comodidades que justifican, al menos en parte, el costo: seguridad 24/7, gimnasio de última generación, piscina panorámica, spa, salones sociales y acceso directo a zonas comerciales o de ocio. Todo esto configura una vida de confort absoluto.
Además, hay una dimensión social: vivir en este tipo de edificios te coloca en un entorno donde conviven empresarios, influencers, atletas o profesionales de alto perfil. El networking se da de forma espontánea en el ascensor o en el gimnasio. No se trata simplemente de dónde vives, sino con quién compartes ese espacio.
Cambiar la percepción del dinero
Algo que destaca el protagonista es cómo su percepción del dinero ha cambiado desde que vive en Estados Unidos. «He perdido un poco la sensibilidad», comenta. Mientras en muchas ciudades españolas 18.000 dólares podrían representar varios meses de hipoteca o una inversión importante, en zonas de alto nivel en EE. UU. esa cifra es relativamente común.