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La nueva forma de ‘okupación’ que llega a los aviones: las aerolíneas no saben que hacer

Okupación en los aviones
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, viajar en avión se ha convertido en una experiencia cada vez más regulada, con múltiples normas y restricciones que los pasajeros deben cumplir. Sin embargo, en algunos vuelos está ganando terreno una práctica que trae de cabeza a las aerolíneas y puede generar conflictos entre los viajeros y la tripulación. Se trata del «Seat Squatting», una forma de «okupación» en los aviones; algunos pasajeros, sin haber pagado por un lugar específico, deciden sentarse en la plaza que más le gusta sin importar si ya está asignada a otra persona.

Esta conducta está generando una gran controversia, ya que no sólo incomoda a quienes sí han pagado por un asiento, sino que también pone a la tripulación en la incómoda situación de tener que mediar entre pasajeros. Aunque pueda parecer un incidente menor, la realidad es que este fenómeno está creando muchas tensiones a bordo. Con el auge de esta tendencia, las aerolíneas se preguntan cómo abordar el problema y evitar que se convierta en una costumbre aún más extendida.

Nueva forma de ‘okupación’ en los aviones

El concepto de «Seat Squatting» se traduce como «ocupación indebida de asientos» y hace referencia a aquellos pasajeros que, al subir el avión, se sientan en el asiento que quieren sin haberlo reservado previamente. En la mayoría de los casos, estas personas optan por asientos que tienen más espacio para las piernas, están cerca de las salidas de emergencia o pertenecen a clases superiores dentro del mismo vuelo.

El problema surge cuando llega el verdadero «dueño» del asiento, ya que los «okupas» se niegan a moverse o intentan negociar su permanencia. En algunos casos, se excusan diciendo que no sabían que el lugar estaba reservado o incluso fingen que hubo un error con su billete. Todo esto genera momentos incómodos que pueden acabar en discusiones entre los pasajeros y la tripulación.

Las compañías aéreas llevan años implementando sistemas de pago para la selección de asientos con el objetivo de optimizar los ingresos y mejorar la experiencia de los pasajeros. Sin embargo, esta nueva forma de «okupación» en los aviones está desafiando dichas políticas. Para intentar frenar el problema, algunas aerolíneas han reforzado las medidas de control a la hora del embarque. En algunos casos, la tripulación revisa con más detalle los billetes antes de permitir que los pasajeros ocupen sus asientos.

Las razones detrás de esta práctica

Existen varias razones por las que algunas personas recurren a esta táctica. Una de las más comunes es el deseo de viajar de manera más cómoda sin tener que pagar un extra. En vuelos largos, contar con más espacio para estirar las piernas o estar en una zona menos concurrida puede marcar una gran diferencia en la experiencia del viaje.

Otro motivo es el desconocimiento o la falta de preocupación por las normas. Algunos pasajeros creen que si un asiento está vacío al momento de embarcar, pueden sentarse en él sin problemas. Esto ocurre sobre todo en vuelos que no van completamente llenos, donde hay asientos libres en clases superiores o en asientos más cómodos dentro del avión.

También hay quienes simplemente buscan evitar sentarse en los asientos asignados, ya sea porque están en la fila del medio o demasiado cerca de los baños. Ante esta incomodidad, algunos optan por cambiarse sin preguntar y esperar a ver si alguien reclama su lugar.

El problema principal del «Seat Squatting» es que afecta directamente a los pasajeros que han pagado un extra por elegir su asiento. Algunos prefieren no discutir y se resignan a sentarse en otro lugar, incluso si éste es menos favorable. Sin embargo, esto acaba causando un desorden en la distribución de los pasajeros dentro del avión. En el peor de los casos, las discusión por los asientos pueden generar retrasos, ya que la tripulación debe intervenir para resolver el conflicto antes de que el vuelo pueda despegar.

Posibles soluciones

Para hacer frente al problema de la «okupación» en lo avione, las aerolíneas están empezando a tomar medidas, pero todavía queda mucho por mejorar. Una de las soluciones más efectivas sería reforzar los controles durante el embarque, asegurándose de que cada pasajero se siente en el asiento que tiene asignado. Esto se podría lograr con un seguimiento más riguroso por parte de la tripulación.

Otra opción sería imponer sanciones a quienes insistan en ocupar asientos que no les corresponden. Aplicar penalizaciones económicas o restringir futuras reservas podría disuadir a los pasajeros de intentar esta práctica. Además, las aerolíneas podrían ser más claras con sus normas, utilizando anuncios y recordatorios antes del embarque para enfatizar la importancia de respetar la asignación de asientos y las consecuencias de no hacerlo.

Por último, se podría establecer una política de reubicación más estricta para evitar la «okupación» en los aviones. En lugar de permitir que los pasajeros tomen decisiones por su cuenta, cualquier cambio de asiento debería solicitarse formalmente a la tripulación, que determinaría si es posible realizar la modificación sin afectar a otros viajeros.

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