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Ni lejía ni amoníaco: el sencillo truco casero que recomiendan los pintores para quitar la humedad de las paredes

quitar la humedad de las paredes
Hombre quitando la humedad de las paredes. Foto: ilustración propia.

La presencia de humedad es uno de los inconvenientes más comunes en los hogares españoles. Suele comenzar con una pequeña mancha imperceptible que, si no se trata a tiempo, puede extenderse y causar daños estructurales. Frente a esta situación, existen diversos métodos para quitar la humedad de las paredes, desde tratamientos profesionales hasta remedios caseros.

Sin embargo, no todos los productos de limpieza ofrecen los mismos resultados ni son igual de seguros. Para ejemplificar, la lejía y el amoníaco pueden parecer opciones efectivas, pero los pintores expertos recomiendan evitar su uso constante y optar por un truco doméstico más natural que limpia y desinfecta sin dañar la pintura ni comprometer la salud.

¿Cuál es el truco que dan los pintores para quitar la humedad de las paredes?

El método más citado entre profesionales de la pintura consiste en usar vinagre blanco combinado con bicarbonato de sodio. Esta mezcla, conocida en la limpieza del hogar por su capacidad desinfectante, también resulta eficaz para quitar la humedad de las paredes sin emplear productos químicos peligrosos.

A continuación, cómo hacerlo paso a paso:

  1. Preparar la mezcla: combinar partes iguales de vinagre blanco y agua en un rociador. Para manchas profundas, se puede usar vinagre puro.
  2. Aplicar sobre la zona afectada: rociar directamente sobre las manchas de moho o humedad.
  3. Dejar actuar: esperar unos 30 minutos para que el vinagre penetre y desactive las esporas del moho.
  4. Frotar: usar un cepillo de cerdas suaves o una esponja para retirar el moho.
  5. Limpiar y secar: pasar un paño húmedo, eliminar los residuos y ventilar bien la habitación.

El vinagre, gracias a su acidez natural, actúa como antifúngico y desinfectante, mientras que el bicarbonato ayuda a eliminar las manchas y neutraliza los malos olores. Esta combinación, además de limpiar la superficie, deja el ambiente más seco y libre de esporas.

Alternativas naturales para mantener las paredes secas

El bicarbonato de sodio también puede usarse por separado para absorber la humedad del ambiente. Colocar un recipiente con este polvo cerca de una pared afectada ayuda a reducir el exceso de agua en el aire y prevenir nuevas manchas.

Otras soluciones complementarias son estas:

  • Ventilar las estancias a diario, sobre todo después de ducharse o cocinar.
  • Evitar secar la ropa en interiores, ya que el vapor se condensa en las paredes.
  • Usar deshumidificadores en habitaciones con poca circulación de aire.
  • Revisar tuberías y juntas para detectar posibles filtraciones.

Estos pequeños hábitos contribuyen a mantener los niveles de humedad controlados, evitando que el moho vuelva a formarse.

La humedad, un problema común en los hogares españoles

El exceso de humedad interior puede deberse a diversas causas: filtraciones, condensación, fugas en cañerías o deficiencias de ventilación. Cualquiera de ellas provoca manchas oscuras y mal olor, además de un ambiente propicio para la proliferación de hongos y bacterias.

Según especialistas en mantenimiento del hogar, quitar la humedad de las paredes no sólo implica eliminar las manchas visibles, sino también tratar la causa raíz para evitar que reaparezcan. En muchos casos, el moho vuelve a formarse si la pared permanece húmeda o mal ventilada.

Por ello, los expertos en pintura doméstica insisten en que el primer paso es identificar el tipo de humedad:

  • Por condensación, habitual en cocinas y baños.
  • Por filtración, cuando el agua penetra desde el exterior.
  • Por capilaridad, en muros en contacto con el suelo.

Una vez detectado el origen, se puede aplicar el tratamiento adecuado. Pero cuando se trata de limpiar las manchas superficiales, los pintores confían en un truco sencillo que evita el uso de productos agresivos.

Cómo quitar la humedad de las paredes para siempre

Una vez tratada la zona afectada, la mejor estrategia es evitar que la humedad reaparezca. Para ello, conviene mantener una buena ventilación, revisar periódicamente las paredes exteriores y sellar posibles grietas o fisuras.

El uso de pinturas antihumedad o impermeabilizantes también puede resultar útil en áreas propensas a la condensación. Además, los expertos recomiendan mantener los muebles ligeramente separados de las paredes para permitir la circulación del aire.

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