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Lo que nunca te contaron del ojo de turco: viene de Babilonia y no siempre tiene que ser azul

Lo que nunca te contaron del ojo de turco: viene de Babilonia y no siempre tiene que ser azul
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Conoces el ojo turco? Se trata de uno de los amuletos más conocidos del mundo, muy fácil de identificar por sus colores blanco, azul y negro. Un amuleto cuyo principal objetivo es proteger a la persona que lo porta de las malas energías, especialmente de la envidia. Su nombre se debe a que, según algunas creencias, solo es posible conocer los verdaderos sentimientos e intenciones de alguien a través de los ojos porque son la parte más expresiva del cuerpo.

Ojo turco: historia y colores

Al contrario de lo que su nombre puede indicar, no es originario de Turquía, sino que nació en Babilonia y el antiguo Egipto. Ahora bien, hoy en día es un amuleto muy habitual en Turquía, y también en Grecia. Se utiliza para «distraer» la mirada de todo aquel que desee el mal a quien lo porta. Se lleva a modo de accesorio en collares, pulseras y pendientes.

Se dice que la pupila del ojo se expande una vez ha absorbido las malas energías. En casos extremos, el nazar puede llegar a romperse, lo que querría decir que ha atraído demasiada energía negativa. De ser así, habría que deshacerse del ojo turco y comprar uno nuevo.

Aunque el ojo turco más conocido es de color azul, el talismán también está disponible en otros colores, tal y como explica ‘Vivir’:

  • Rojo: relacionado con la pasión, el amor y la sangre. Es el color del poder y la energía.
  • Violeta: asociado con el poder, la nobleza, la creatividad, el misterio y la sabiduría.
  • Amarillo: es el color del Sol y simboliza la vitalidad y la fuerza. Es perfecto para manifestar vigor físico y salud.
  • Blanca: representa la perfección, la bondad, la luz y la inocencia. Tiene una función purificadora y limpiadora.
  • Azul: es el color del agua y es el más común. Guarda relación con la protección contra el mal de ojo y las buenas energías.
  • Verde: asociado al crecimiento personal, la esperanza y la naturaleza.

Por último, es de especial interés conocer el procedimiento para que el ojo turco cumpla con su función protectora. No basta únicamente con adquirirlo, sino que hay que ‘prepararlo’. Para ello, lo primero es llenar un cuenco de cristal de sal marino y trazas una espiral del centro hacia fuera, en el sentido de las agujas del reloj.

Coloca el ojo en el centro y pon piedras protectoras en los puntos cardinales. Alinea el cuenco con los puntos cardinales y deja que repose durante 24 horas. Limpia el amuleto con palo santo y déjalo expuesto durante una noche entera de luna llena y hasta las 12 de la mañana del día siguiente.

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