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Está claro que la principal fuente de inspiración que tenemos cuando pensamos en Granada es la Alhambra. Sin embargo, un pequeño pueblo que apenas supera los 400 habitantes es el origen de una expresión famosísima en toda España.
Seguro que has usado mil veces la expresión Apaga y vámonos, pero cuando sepas cuál es la leyenda sobre su origen tendrás todavía más ganas de utilizarla.
Al parecer, esta frase hecha tan típica en toda España nació fruto de una apuesta entre dos curas en el diminuto pueblo de Pitres hace varios siglos.
¿Por qué la expresión ‘Apaga y vámonos’ nació en un diminuto pueblo granadino?
Usamos muy a menudo la expresión Apaga y vámonos para dar por terminada una acción, sobre todo cuando no vemos una solución posible. Además, también la utilizamos como muestra de indignación ante una situación absurda.
Tiene todo el sentido del mundo que le demos ese uso, si piensas en la historia sobre su nacimiento. La leyenda más extendida es que nació en Pitres, una población perteneciente al municipio de La Taha, en la Alpujarra granadina.
Según cuentan, dos clérigos se disputaban en la región la capellanía castrense, un cargo religioso de mayor prestigio, que gozaba de ciertas ventajas dentro del ejército.
Ambos no se ponían de acuerdo sobre quién ocuparía el cargo, así que decidieron jugárselo en una llamativa apuesta: el que lograse celebrar la misa en menos tiempo se quedaría con la capellanía.
Uno de los dos clérigos realizó una pequeña trampa durante su celebración de la misa. Cuando empezó la ceremonia, pronunció directamente las palabras Ite Missa est.
Es decir, realmente no celebró la misa, ya que se limitó a pronunciar la fórmula litúrgica con la que se da por finalizada la ceremonia, lo que dejó al otro cura sin posibilidades de vencerle.
El otro competidor, al escuchar esa misa comprendió inmediatamente la treta y le dijo al monaguillo la expresión que ha perdurado hasta nuestros días: «Apaga y vámonos».
El pequeño pueblo de Granada que dio origen a una expresión icónica
Hoy en día, el uso de la expresión Apaga y vámonos no se limita sólo a Granada y Andalucía, sino que es de las frases hechas más utilizadas del castellano.
Sin embargo, su origen siempre estará en Pitres, un enclave de montaña que pese a tener sólo 419 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha sabido mantener su riqueza cultural y religiosa.
De hecho, hasta 1975 estuvo considerado un municipio independiente. En ese año, se fusionó con Ferreirola y Mecina Fondales para formar La Taha. Además, está a pocos kilómetros del Parque Nacional de Sierra Nevada.
Otras expresiones españolas con origen religioso
España tiene un gran vínculo con la Iglesia Católica, lo que provoca que algunas de las expresiones que más utilizamos en español tengan un origen religioso. Por ello, Apaga y Vámonos no es el único caso conocido.
Un buen ejemplo de ello es la expresión acabar como el rosario de la Aurora, que tiene su raíz en un conflicto ocurrido durante una procesión en la Semana Santa madrileña.
En la calle de los Remedios, dos cortejos religiosos coincidieron: la cofradía de la Aurora, que partía del convento de San Francisco el Grande, y otra procesión proveniente del asilo de Santa Catalina.
La disputa por la preferencia en la angosta vía escaló rápidamente, terminando en un enfrentamiento en el que los cofrades de la Aurora, armados con faroles, usaron estos objetos como armas contra sus rivales.
El conflicto fue tal que la expresión acabar a farolazos como el rosario de la Aurora se extendió como una metáfora de cualquier situación que termina en altercado.