Esto es lo que te puede pasar si te comes un huevo de una gallina con gripe aviar

España está atravesando uno de los episodios de gripe aviar más graves de los últimos años, lo que ha obligado a sacrificar a millones de gallinas e imponer el confinamiento obligatorio de todas las aves de corral del país. Mientras tanto, las autoridades sanitarias insisten en que, pese a la magnitud del brote, la seguridad alimentaria está garantizada y el riesgo de contagio a humanos es extremadamente bajo. Pero, ¿realmente es seguro comerse un huevo de una gallina con gripe aviar?
Durante los últimos meses, Europa ha registrado numerosos focos de gripe aviar H5N1 en aves silvestres, aves cautivas y explotaciones avícolas, y España no es una excepción. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha clasificado 1.199 municipios como «zonas de especial riesgo»de Andalucía (197), Aragón (128), Canarias (1), Cantabria (31) Castilla y León (250), Castilla-La Mancha (18), Cataluña (224), Comunidad de Madrid (16), Comunidad Valenciana (138), Extremadura (99), Galicia (40), Islas Baleares (14), La Rioja (6), Navarra (12) País Vasco (6), Principado de Asturias (8), Región de Murcia (11), Ceuta y Melilla.
¿Existe riesgo para la salud por comer un huevo de una gallina con gripe aviar?
Cada vez que aparece un brote de gripe aviar, los consumidores se preguntan si es seguro comer un huevo de una gallina contagiada. Los expertos en salud pública son muy claros al respecto: el virus H5N1 no sobrevive a la cocción. Ahora bien, para ello es fundamental que la yema y la clara queden firmes. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) coinciden en que no existen evidencias de contagio por consumo de productos avícolas bien cocinados.
La posibilidad de transmisión mediante alimentos se considera «prácticamente inexistente». Por ello, salvo en casos de productos crudos (algo que afecta más al riesgo de salmonela que a la gripe aviar), los expertos aseguran que no hay motivo para limitar su consumo.
José María Eiros Bouza, catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina de Valladolid y director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, explica que para que se produzca un contagio humano deben darse varias condiciones al mismo tiempo: manipulación directa de aves enfermas, presencia de polvo contaminado en espacios cerrados y ausencia de medidas de protección adecuadas.
«La infección se produce tras exponerse reiteradamente a ambientes contaminados por las aves y sus deyecciones. Por otro lado, no hay evidencias científicas de que el virus se transmita al hombre por el consumo de carne de ave o huevos cocinados, pero debe evitarse el contacto con aves con síntomas o muertas o con el medio contaminado por ellas».
Signos visibles en huevos contaminados
Aunque el consumo de huevos sea seguro tras la cocción, los veterinarios señalan una serie de características que pueden alertar de problemas sanitarios en la producción:
- Huevos extremadamente pequeños o deformados.
- Cáscaras corrugadas, onduladas o de tamaño excesivamente grande, a veces vinculadas a bronquitis infecciosa o enfermedad de Newcastle.
- Presencia de grietas o pequeños agujeros, que suelen asociarse a deficiencias de calcio o a infecciones por hongos.
Seguridad alimentaria
Los organismos nacionales e internacionales recalcan que el consumo de productos avícolas sigue siendo seguro. Las recomendaciones siguen las mismas pautas que en cualquier momento:
- Lavarse las manos antes y después de manipular productos crudos.
- No lavar el pollo ni los huevos, para evitar la dispersión de bacterias.
- Separar alimentos crudos y cocinados para impedir contaminaciones cruzadas.
- Refrigerar correctamente los productos.
- Cocinar completamente huevos y carne de ave.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
«El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en coordinación con las comunidades autónomas, ha activado todas las medidas de protección frente a la influenza aviar contempladas en la Orden APA/2442/2006, de 27 de julio, que establecen en las zonas de especial riesgo y especial vigilancia la prohibición de utilizar pájaros de los órdenes anseriformes y charadriformes como señuelo; la prohibición de criar patos y gansos junto a otras aves de corral; la prohibición de criar aves de corral al aire libre salvo autorización excepcional con telas pajareras u otros dispositivos que impidan el contacto con aves silvestres, garantizando que la alimentación y el agua se suministren en instalaciones protegidas; la prohibición de suministrar agua procedente de depósitos accesibles a aves silvestres sin tratamiento previo que garantice la inactivación del virus; la obligación de proteger los depósitos exteriores necesarios por bienestar animal para evitar el acceso de aves acuáticas silvestres, y la prohibición de presencia de aves de corral o aves cautivas en centros de concentración animal, incluidos certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones y celebraciones culturales, así como cualquier reunión de aves cautivas.
Para el resto del territorio nacional, el Ministerio recuerda la importancia de extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas dirigidas a evitar el contacto con fauna silvestre, además de reforzar la vigilancia pasiva y comunicar de inmediato cualquier sospecha a los servicios veterinarios oficiales», determina el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.