Deja de tirar de la cadena después de orinar: estos son los increíbles beneficios que te aportará

El número de veces que una persona tira de la cadena del inodoro depende en gran medida de sus hábitos y necesidades. Por lo general, se descarga el inodoro después de cada uso para mantener la higiene y evitar malos olores. Aunque varía según cada individuo, se estima que alguien promedio podría tirar de  la cadena alrededor de siete a nueve veces al día, considerando el número habitual de veces que se orina (de seis a ocho veces) y se defeca (aproximadamente una vez al día). Sin embargo, estas cifras son estimativas y pueden diferir dependiendo del consumo de líquidos, dieta, actividad física, edad y otros factores.

Beneficios de no tirar de la cadena después de orinar

Los riñones procesan desechos y el exceso de agua en la sangre para producir orina, la cual se almacena en la vejiga a través de los uréteres hasta que se siente la necesidad de orinar, generalmente unas dos tazas (aproximadamente 177 centímetros cúbicos) de dos a cinco horas. La orina, compuesta principalmente por agua, urea, nitrógeno ureico, sodio, sales minerales y ácido úrico, puede variar su color según la cantidad de líquidos ingeridos, siendo más clara si se bebe más agua, ya que los líquidos diluyen los pigmentos amarillos en la orina.

El acto de tirar la cadena después de cada uso representa un desperdicio considerable de agua, especialmente en un contexto mundial de escasez hídrica. Es precisamente el baño uno de los lugares de la casa donde se derrocha más agua, pero existen algunas alternativas que conviene considerar.

Tirar de la cadena después de orinar puede consumir entre tres y diez litros de agua, dependiendo del tipo de cisterna instalada en el baño. Si una persona lo hace siempre, al final del día puede desperdiciar hasta 80 litros de agua potable. Este derroche se multiplica si varias personas adoptan la misma práctica en un hogar.

A pesar de la creencia popular de que la orina es estéril, en realidad, contiene microorganismos y bacterias, aunque en una concentración mucho menor que la que se encuentra, por ejemplo, en la saliva humana. Por lo tanto, aunque existen bacterias presentes en la orina, la cantidad es tan reducida que generalmente no representa un problema dejar la orina en el inodoro durante algunas horas.

Papel higiénico reutilizable

El papel higiénico, considerado un elemento esencial en la vida diaria, no es tan ecológico ni fácilmente desechable como se suele pensar. Los ecologistas alertan sobre su impacto ambiental, especialmente en el caso del papel higiénico extra suave. La situación se debe a que el papel higiénico, fabricado con celulosa y papel reciclado, requiere un mayor porcentaje de fibra nueva para lograr su suavidad extra.

Investigadores de la Universidad de Florida analizaron rollos de papel higiénico de diversas ubicaciones a nivel mundial y muestras de lodos de depuradoras en ocho lugares diferentes de Florida. En todos los casos, se detectaron rastros de PFAS, sustancias perfluoradas y polifluoradas, consideradas peligrosas y perjudiciales para la salud humana.

Una de las soluciones que proponen son los rollos higiénicos de tela reutilizables, que están ganando mucha popularidad en redes sociales. Estos rollos están compuestos por cuadrados de esponja unidos por botones y se utilizan de manera similar al papel higiénico tradicional. Sin embargo, una vez utilizados, deben guardarse en un recipiente hermético hasta ser lavados en la lavadora. Aunque se elogia su aspecto ecológico, existen preocupaciones sobre el uso de detergentes, agua y energía para lavar a altas temperaturas, como a 90ºC, lo que puede afectar su sostenibilidad.

Una alternativa al papel higiénico convencional es el papel biodegradable o hidrosoluble, que contiene esporas inofensivas que, al entrar en contacto con el agua, se activan para desintegrar el papel en aproximadamente 5 horas. Esta solución no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también contribuye al mantenimiento de los desagües.