Coronavirus

Consejos prácticos para dejar de tocarte la cara

Concentrarte, utilizar pañuelos y también ocupar las manos son algunos de los consejos para que puedas dejar de de tocarte la cara.

tocarte la cara
Los mejores consejos para que no nos toquemos la cara en todo momento
Blanca Espada

¿Cuántas veces puedes llegar a tocarte la cara a lo largo del día? Según un estudio, solemos tocarnos la cara unas 25 veces por hora y con el riesgo de contagio por coronavirus que sufrimos actualmente, es importante no solo tener una buena higiene de manos, sino también evitar tocarnos la cara todo lo posible y para lograrlo, nada como aplicar los consejos prácticos que os enumeramos a continuación.

Consejos prácticos para dejar de tocarte la cara

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Al margen del coronavirus, tocarte la cara es un hábito que es mejor que pierdas. Si lo piensas, a lo largo del día tocas muchas cosas con las manos, de modo que si luego te tocas el rostro, puedes contagiarte con todo tipo de virus y también bacterias, por no hablar de otros riesgos, como el hecho de que aparezcan granitos e incluso acné. Y en el caso de llevar maquillaje es evidente, que si te tocas la cara, puede que te dure menos de modo que incluso para este caso es mejor que no pases tus manos por el rostro.

Para evitar así la tentación de tocarte la cara, o también el acto reflejo de rascarte la nariz de vez en cuando o de restregarte los ojos cuando tienes sueño o despiertas, nada como aplicar alguno de los consejos que os queremos recomendar y que son realmente prácticos.

Elige un comportamiento alternativo

En el momento en el que estés a punto de tocarte la cara, por ejemplo cuando notes que te pican los ojos o la nariz, piensa en otra área que puedas tocar sin aumentar el riesgo de exposición bacteriana. Por ejemplo, rascar o acariciar un brazo puede ser una de las maneras en las que evites ese riesgo y aunque no te lo creas, convencerás a tu cerebro de que el picor debe desaparecer y así será.

No intentes ignorar el impulso

Intentar suprimir la necesidad de frotarte la barbilla con las manos o masajear tus sienes puede hacer que los impulsos sean mucho más fuertes. Debes permitirte ser consciente de tu deseo pero no luchar mentalmente con él. De este modo, lograrás un mayor control de ese impulso e incluso conseguirás que cuando surja tengas la capacidad de frenarte a tiempo y lo acabes evitando.

Mantén tus manos ocupadas

Hay muchos productos antiestrés que pueden ayudarte, algunos son muy divertidos. Cualquiera que sea el elemento que elijas, asegúrate de desinfectarlo con frecuencia, si es posible, ya que probablemente también albergará un conjunto completo de gérmenes.

Utiliza pañuelos

Un simple paquete de pañuelos podría ayudar más de lo que piensas. De hecho, es suficiente para combatir la rutina de tocarse la cara con otro hábito. Para ello, debes comenzar a usar un pañuelo no solo para sonarte la nariz o estornudar, sino también cuando necesites rascarte la cara o para ajustarte las gafas.

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