Las calderas tienen los días contados: el aviso de la UE que lo confirma

La UE confirma el final de las calderas, tienen los días contados por una razón que quizás desconocías, pero es más importante de lo que parece. Este invierno dependemos en gran medida de lo que sucede en estos días en los que quizás estemos muy pendientes de una serie de elementos que serán fundamentales. Habrá llegado ese momento de empezar a pensar en cómo acondicionar nuestra casa, de la mano de una serie de detalles que serán fundamentales.

Necesitamos estar muy pendientes de unos cambios que, a largo plazo, pueden hacernos más de un favor. Por lo que, habrá llegado el momento de empezar a pensar en una sustitución que no será forzosa, pero acabará siendo una realidad en estos días en los que quizás hasta la fecha nunca hubiéramos imaginado que tenemos por delante. Es hora de apostar claramente por algunos elementos que quizás hasta el momento no hubiéramos imaginado. Son tiempos de cambios para los que debemos estar preparados para afrontar un cambio destinado a que el planeta tenga una vida más larga. Una opción que puede acabar siendo la que marque la diferencia en estos días que tenemos por delante es estar al día de la normativa de la UE.

El aviso de la UE que lo confirma

Las directrices medioambientales de la UE nos pueden dejar en un punto de no retorno, de la mano de una serie de novedades destacadas que pueden ser las que marquen una diferencia importante. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de empezar a pensar en todo lo que nos está esperando, de la mano de determinados cambios que serán fundamentales y que pueden ser los que nos acompañen en estas jornadas.

El medio ambiente es el factor fundamental que nos afecta a todos. No importa el lugar que se ocupe, sino que simplemente debemos empezar a prepararnos para darlo todo, de la mano de una serie de elementos que serán fundamentales. Son tiempos de cambios que pueden ser los que nos afectarán en unos días de situaciones inesperadas.

Por lo que, habrá llegado la hora de revisar al máximo las emisiones que producimos y que pueden llegar a ser las culpables de un calentamiento global acelerado. Las emisiones de las calderas se han convertido en un problema mayor, a medida que las ciudades han ido aumentando en número. A partir de ahora todo puede cambiar, si seguimos las directrices de la UE.

Tienen los días contados las calderas

El plan de la UE está escrito para acabar con las emisiones de gases en 2040. Empezando por los coches y acabando por la emisión que llega en las casas, pero también empresas que deberán contribuir a esta descarbonización masiva. Una manera de limpiar al aire de las ciudades que debe empezar a cuidarse en la medida de lo posible.

Tal y como nos dicen desde el blog de Repsol: «Actualmente, ya existen opciones de combustibles renovables, como puede ser el biopropano, que pueden utilizarse en las calderas de gas (son completamente compatibles) y que entran dentro de esta regulación, incluyendo las directrices que se marcan para el año 2040. Además, con la evolución tecnológica y la investigación es muy probable que se encuentren nuevas fuentes de energía renovables para sustituir a estos combustibles origen fósil. El cambio de calderas de gas por bombas de calor no supondría una transición energética justa e inclusiva para los hogares. El coste de sustitución a esta nueva tecnología es extremadamente alto, entre 11.000 y 24.000 € dependiendo de los cambios en la instalación y los metros de la vivienda. Este es un gasto inasumible para muchos hogares y familias. Es importante hacer una modificación en cuanto a las ayudas y subvenciones, ya que no fomentan la sustitución de los equipos».

Siguiendo con la misma explicación: «Es fundamental no establecer límites en cuanto al uso de una tecnología ya instaurada en las viviendas, sino centrar los esfuerzos en conseguir combustibles renovables en los sistemas de calefacción que ya se encuentran instalados. Aunque en la instalación de nuevos edificios, se abogue por sistemas de aerotermia y bombas de calor para la calefacción, la realidad es que las calderas de gas están lejos de desaparecer. Se utilizarán otro tipo de combustibles menos contaminantes, para adaptarlos a las nuevas directrices impuestas. No existe una sola forma para llegar a la descarbonización de la calefacción de los hogares. Frente a las soluciones eléctricas que erróneamente se han propuesto como única solución, se encuentran nuevos gases renovables, como el mencionado propano, biometano o el hidrógeno renovable».

Por lo que, pese a su desaparición, hay alternativas que debemos tener en cuenta y que quizás acaben siendo lo que marque estas próximas jornadas de tal forma que deberemos empezar a prepararnos para realizar el cambio.