Así ha sido la operación de limpieza del telescopio Euclid a 1,5 millones de kilómetros
La operación de limpieza del telescopio Euclid está en el aire a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra
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La operación de limpieza del telescopio Euclid está en el aire a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Los telescopios que han sido enviados al espacio para poder descubrir más de una galaxia que hasta la fecha no se veía o simplemente saber un poco más de nuestro planeta son una realidad.
Por lo que deben estar perfectamente conectados con nuestro planeta, además de estar listos para poder mostrar las mejores imágenes posibles, sin importar la distancia con el planeta. Euclid es uno de los telescopios enviados desde la Tierra que estaba empezando a registrar algunos problemas.
La operación de limpieza del telescopio Euclid
La realidad de este telescopio es que aún no ha podido limpiarse, o, al menos, no se sabe con total seguridad si este telescopio está en perfectas condiciones o no. En esencia estamos ante una posible suposición que podría permitir que desde la Tierra se pueda apreciar con mayor claridad lo que llega desde este elemento que está lejos, muy lejos.
La importancia de mirar al cielo es enorme, ya que, gracias a él, podremos descubrir qué es lo que está detrás de una serie de elementos que son fundamentales y que podrían dejarnos algunas novedades importantes. Seguro que podremos descubrir un poco mejor qué es lo que nos depara este telescopio.
No es fácil enviar esta tecnología a un espacio lejano que debe proporcionar unas buenas vistas de un universo que se presume que es infinito.
La realidad es que estos elementos se envían desde la Tierra con sumo cuidado, no excepto de problemas. Durante el viaje y especialmente a la salida de la atmosfera terrestre se pueden producir algunos daños importantes que podrían causar más de un problema a esta tecnología que requiere una gran precisión.
Euclid empezó a fallar nada más recibir sus primeras transmisiones. Se podía apreciar un 10% menos de precisión en estas imágenes que en la de sus predecesores o de los otros telescopios que podían apuntar a las mismas zonas. Por lo que se determinó que algo no funcionaba bien. El problema de la llegada de algunos puntos con hielo a este lugar del telescopio ha podido ser el que ha generado esta falta de visión. Algo que se podría solucionar con la ayuda de un elemento que sea capaz de eliminar el hielo.
Esta es la operación de limpieza a 1,5 millones de kilómetros
Para limpiar el telescopio Euclid desde la Tierra a 1’5 millones de kilómetros se ha optado por encender unos calefactores que podrían acabar con ese hielo. Partiendo de la base de que es una suposición. No se tiene el telescopio delante, por lo que no se sabe realmente si se está quedando limpio o no este elemento.
Cada experimento que se realiza con este tipo de elementos puede acabar dando lugar a una novedad importante. Por lo que saber cómo reparar a esa distancia un elemento tan delicado podría sentar un precedente.
Desde la Tierra y según los expertos: “»La descongelación debería restaurar y preservar la capacidad de Euclid para recoger la luz de estas antiguas galaxias, pero es la primera vez que realizamos este procedimiento. Tenemos muy buenas conjeturas sobre a qué superficie se adhiere el hielo, pero no estaremos seguros hasta que lo hagamos».
Una vez se ponga en práctica esta teoría, se deberá comprobar con otras imágenes de otro telescopio para saber si estamos ante un elemento que acabará siendo el que marque un precedente en la reparación de algo tan delicado como un telescopio a distancia.
Este procedimiento se llevará a cabo en mayo, si no se soluciona durante estas semanas por sí solo. Es decir, se consigue eliminar este hielo que ha llegado como consecuencia del agua de la atmosfera que se ha colado en un sistema tan delicado como este.
Por lo que al final de este preoceso lo que se pretende es que en verano ya se puedan recibir imágenes que estén bien enfocadas y posicionadas de este satélite. Algo que no debe ser nada fácil, pero con un poco de esfuerzo se conseguirá. El papel de los científicos desde la Tierra es estar muy pendientes de lo que pasa tan lejos.
Controlar a distancia determinadas herramientas no es nada fácil, como tampoco le es hacerlo con la ayuda de unos sistemas que apenas permiten interactuar con ellos. Además de que tampoco se puede enviar ningún tipo de artilugio que pueda limpiar este telescopio.
Queda mucho que aprender sobre la exploración espacial y todo lo que conlleva. No es nada fácil determinar qué elementos son imprescindibles y qué no, así como, la forma de conseguir mantener la integridad de los objetos enviados al espacio desde un planeta Tierra que queda muy lejos.
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