Adiós a los kebabs: el cambio ha comenzado y en Turquía lo confirman
La 'guerra del kebab' ha enfrentado a Turquía y Alemania
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En Europa, la industria del kebab es una de las más relevantes, especialmente en Alemania. La introducción de regulaciones podría tener un impacto significativo en productores y vendedores de kebabs en todo el continente. Si bien estas medidas aseguran la autenticidad y calidad de este plato, también podrían aumentar los costes de producción, afectando tanto a negocios como a consumidores. La propuesta ha suscitado respuestas variadas. Muchos en Turquía y en la comunidad turca en Europa apoyan la medida para proteger la autenticidad del kebab. Mientras los amantes de la gastronomía turca aplauden la iniciativa como un paso necesario para preservar la tradición, algunos empresarios del sector alimentario en Europa la ven como una amenaza.
Con raíces históricas en el Imperio Otomano, el kebab originalmente se preparaba con carne de cordero cocida lentamente en un asador vertical, otorgándole su distintivo sabor y textura. Con el tiempo, la receta se ha adaptado y modificado, especialmente entre la diáspora turca en Europa, donde se comenzaron a utilizar otras carnes y condimentos. Ahora, la petición de Turquía a la Unión Europea podría ser un punto crucial para la industria del kebab. Si se aprueba la protección como especialidad tradicional, los productores deberán ajustarse a las normas establecidas. Sin embargo, es probable que surjan desafíos legales y logísticos en la implementación de estas regulaciones a nivel continental.
El kebab no volverá a ser como antes
El kebab es una de las comidas más populares en Alemania, aunque su origen exacto sigue siendo objeto de debate, ya que no está claro si se inventó en Turquía o en Berlín. Debido a esto, los ingredientes y la preparación de este plato varían entre ambos países, algo que Turquía no acepta, iniciando así lo que se conoce como «la guerra del Döner».
La Federación Internacional del Döner, con sede en Estambul, ha solicitado a la Unión Europea (UE) que el Döner se proteja como una «especialidad tradicional garantizada». Esta medida busca asegurar que sólo se utilicen ciertos tipos de carne y recetas en la elaboración de un «kebab real».
Alemania ha respondido presentando una objeción ante la Comisión Europea. El Ministerio de Agricultura y Alimentación alemán argumenta que, de aceptarse la solicitud turca, podría producirse una «intervención en el mercado alemán con efectos económicos notables». Esto ha generado preocupación política, incluso para el canciller Olaf Scholz, ya que un aumento en el precio del kebab sería un tema delicado.
La industria del kebab en Alemania es significativa, empleando a unas 65.000 personas y generando unas ventas anuales que ascienden a 2.500 millones de euros. En el país hay alrededor de 200 centros de producción de carne para kebab y unas 15.000 tiendas que lo venden.
Las normas propuestas por la Federación Internacional del Döner no coinciden con los estándares culinarios alemanes. Por ejemplo, Turquía no permite el uso de carne de ternera, vacuno joven o pavo en su versión de Döner kebab, mientras que en Alemania estos ingredientes son comunes. La federación también establece especificaciones precisas para la carne de vacuno y oveja, así como para la mezcla y el grosor de las tiras de carne en los kebabs de pollo.
Bruselas evaluará la objeción alemana y, si es necesario, iniciará un «procedimiento de consulta». En tal caso, Alemania y Turquía tendrán seis meses para llegar a un acuerdo, lo cual no parece sencillo.
Las tensiones en torno al kebab no son nuevas. En abril, durante una visita de Estado a Turquía, el presidente federal alemán Frank-Walter Steinmeier llevó un pincho de kebab de Berlín como un gesto de homenaje a los inmigrantes turcos en Alemania, algo que muchos en Turquía vieron como una provocación.
La importancia del corte
La Federación Internacional del Döner, con sede en Estambul, busca que únicamente se denomine «döner kebab» a los bocadillos donde la carne se corta en láminas de entre dos y cinco milímetros con un cuchillo de 55 centímetros, siguiendo un proceso específico de arriba hacia abajo. Los expertos señalan que el corte con cuchillo permite que la carne esté más jugosa y que los ingredientes se mezclen mejor a cada corte, mientras que la máquina cortadora, aunque más rápida, no ofrece la misma calidad.
La ‘Dönerflación’ en Alemania
Por otro lado, En Alemania, el kebab ha trascendido su origen como comida callejera y se ha convertido en un reflejo clave de la economía del país, fenómeno conocido como «dönerflación». En los últimos años, el precio medio de este plato ha aumentado un 75%, alcanzando los 7 euros. Este incremento ha generado inquietud en todos los sectores, llegando incluso al Bundestag, el órgano legislativo supremo de Alemania, con propuestas para limitar su precio máximo. Esto subraya su importancia en la vida diaria de los alemanes, quienes solían ver el kebab como una opción asequible, y ahora perciben su precio como un indicador directo de la situación económica del país.