‘Viva la mamma’: la «hilarante parodia» sobre cómo montar una ópera de 1827 llega al Teatro Real

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Una escena de la ópera bufa 'Viva la mamma' que llega al Teatro Real.

El Teatro Real estrenará este miércoles 2 de junio la ópera ‘Viva la mamma’ de Donizetti, obra bufa redescubierta en los años 60 y que contiene una «hilarante parodia del increíble mundo teatral» en torno a la puesta en marcha de una producción con unos intérpretes incapaces.

Bajo el título real de ‘Las conveniencias e inconveniencias teatrales (Le convenienze ed inconvenienze teatrali)’, fue renombrada como ‘Viva la mamma’ por el director de cine Helmut Käutner en 1969 para una producción del teatro rococó de Cuvilliés de Múnich (Alemania).

Estrenada en Nápoles en 1827, perteneciente al primer período de la prolífica carrera de Gaetano Donizetti (1797-1848) y durante mucho tiempo olvidada, fue redescubierta en los años 60. Su título, tan serio como poco atractivo, en nada sugiere la trama burlesca y crítica del libreto para burlarse de los cánones de la ópera seria y de la ópera buffa.

«Es un poco ‘collage’ y un ‘patchwork’ de fragmentos», ha señalado el director musical, Evelino Pidò –‘Viva la mamma cuenta desde ‘autopréstamos’ de piezas de Donizzetti a momentos musicales de otras obras, como por ejemplo un aria de Mercadante–«.

Esta ópera fue escrita por Donizetti en dialecto napolitano y luego la transformó cuatro años más tarde con una reposición, que añadía un segundo acto. «Es una pieza muy diversa que se basa en una tremenda e hilarante parodia donde hay una vis cómica importante», ha resaltado el director de orquesta, recordando que «se juega tanto con propias referencias como con mitos teatrales».

La ópera empieza en un antiguo teatro del sur de Italia, convertido en párking, con unos personajes «casi fantasmagóricos» en pleno ensayo, mientras que la segunda parte terminará en ese mismo teatro, en su estado original. «Son personajes bastante monstruosos dentro de la comedia, pero inspiran bastante ternura», ha añadido el director escénico, Laurent Pelly.

El director francés ha reconocido que el retrato paródico es el de «un mundo que ya casi no existe y puede llegar a producir rechazo, pero también nostalgia por tiempo pasado». Una de las peculiaridades de esta puesta en escena será que la matriarca empeñada en otorgar protagonismo a su hija en la obra sea interpretada por un barítono, que en este caso supone el regreso del tenor Carlos Álvarez –junto a Luis Cansino–.

«Con esta pieza hay algo que se siente muy dentro y me pongo en el lugar de todos los personajes. Es una gran farsa y una comedia muy divertida, pero como toda comedia, también tiene mucha tristeza: los personajes son ridículos, patéticos y mediocres, pero quisieran ser los mejores y eso es algo que nos llega bastante», ha señalado Pelly.

«Tengo que agradecer que se pensara que esta locura puede salir bien, es importante conocer los límites, pero ya que estamos vamos a disfrutarlo todo: el hecho de ser una ópera cómica no te permite cualquier cosa, pero vamos a hacer reconocible a esta madre napolitana», ha remarcado Álvarez.

«Estoy encantado con investigar mi parte femenina, una de las cosas que he estudiado es por ejemplo a una manera distinta de sentarme –intenté dejarme las uñas largas, pero no he sido capaz–. Es un regalo de esta profesión que, en una situación como esta, se pueda hacer reír a la gente y tener ese momento de expansión», ha destacado.

La soprano española Sabina Puértolas hará de ‘prima donna’ en esta ópera, que también le ha permitido una cierta identificación desde el humor. «Yo también soy una parodia, tengo momentos de risa y a los cinco minutos de angustia. Pero eso no quita que esta producción sea extremadamente meticulosa y esté siendo algo que te esté llevando al límite», ha indicado.

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