Recuperan el Velódromo Luis Navarro Amorós de Alicante: más sostenible y grafitis comisariados

Recuperan el Velódromo Luis Navarro Amorós de Alicante: más sostenible y grafitis comisariados

El estudio de arquitectura Crystalzoo recupera las instalaciones del Velódromo Luis Navarro Amorós, en la localidad alicantina de Novelda, tras varias décadas de parálisis en las obras. Un espacio de referencia para el ciclismo y el deporte que renueva el concepto de recinto deportivo y apuesta por reconvertir edificios abandonados en estructuras útiles, coherentes con su entorno y accesibles para la ciudadanía.

«Para reactivar este proyecto nos planteamos cómo intervenir en la construcción existente, una estructura en ruina, muy deteriorada, vandalizada durante años, con restos de fogatas y atestada de grafitis. Debía ser un proyecto de mínimos  y apostamos por no renunciar a la historia que se había vivido en este espacio, por lo que se comisariaron los grafitis existentes y trabajamos encima de ellos, pintando nuestros propios temas sobre los menos interesantes. Un proyecto que muestra la realidad desnuda del tiempo que ha pasado por el velódromo, estos casi cuarenta años no debían obviarse y queríamos que formasen parte de la nueva realidad del proyecto. Una verdad, a veces incómoda, pero que debe servir de ejemplo a futuras generaciones», comenta José Luis Campos Rosique, director del estudio.

El proyecto consistió, primero, en sanear y devolver los elementos imprescindibles para la práctica del ciclismo a un estado decente y adecuado para su correcta utilización. La pieza se plantea como un origami rojo que se pliega sobre la pista, generando un espacio de sombra, un pequeño icono, que como un juego reamarca la actuación para ponerla en valor».

Novelda es una población del interior de la provincia de Alicante, que siempre ha contado con asociaciones ciclistas y con personajes relevantes dentro del mundo deportivo en esta disciplina. Una zona de pequeñas colinas, volcada a la explotación de las canteras de mármol cercanas, que la han hecho internacionalmente conocida.

En la década de los 50 el ciclista local Luis Navarro Amorós, ganó una etapa en la Vuelta Ciclista a España, siendo el impulsor de este deporte en la población, hasta que en la década de los 80 el Ayuntamiento decidió promover este deporte, con la realización de un velódromo, donde las jóvenes promesas locales pudiesen competir. Obras que nunca llegaron a acabarse. Durante años la pista y las gradas fueron abandonadas y se deterioraron, convirtiéndose en un esqueleto inconcluso de hormigón, uno mas de los muchos que jalonan el territorio español.

El joven ciclista de Novelda Julio Alberto Amores, medallista olímpico y campeón de España en su modalidad, empezó su carrera entrenando en este velódromo. Entraba en el complejo, totalmente abandonado y tras limpiar y adecentar la pista de los botellones del fin de semana comenzaba a entrenar.

El actual velódromo ha reutilizado las estructuras abandonadas de proyectos anteriores para que no cayeran en desuso, no supusieran un gran impacto ambiental y a la vez sirvieran de impulso al nuevo proyecto. Crystalzoo ha conseguido recuperar y materializar el edificio inspirándose en conceptos como el reciclaje, la renovación y la actualización. Una manera sostenible de dar vida a espacios abandonados. En ese proceso se ha buscado una conexión y armonía con su emplazamiento, siguiendo las premisas marcadas por el estudio: sencillez, creatividad e innovación.

La finalización del velódromo ha sido posible con una obra financiada por la subvención que la Generalitat Valencia. El velódromo se levanta en una parcela de 13.700 metros cuadrados, pegado a la zona polideportiva municipal, y cuenta con un aforo para 2.000 personas. Consta de una pista de rodamiento totalmente homologada para acoger competiciones profesionales, un foso central convertido en espacio multidisciplinar disponible para acoger diversas modalidades deportivas y usos culturales, y un edificio que alberga almacenes y aseos.

Han sido múltiples los contratiempos que ha sufrido el proyecto: por demoras en el concurso, falta de presupuestos y de subvenciones, lentitud en la adjudicación y quiebra de la empresa adjudicataria, debido a la crisis de la construcción. Han pasado décadas desde que empezó a plantearse y perfilarse, pero eso no ha impedido que el velódromo sea ya una realidad. Un proyecto arquitectónico que ha buscado recuperar un espacio abandonado, darle vida y el uso pretendido desde su origen, y así ampliar el abastecimiento deportivo (y cultural) de la sociedad. El ayuntamiento de Novelda espera que el recinto se convierta en referente del deporte y del ciclismo autonómico.

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