‘Palermo Mon Amour’, una crónica feroz de la vida cotidiana de la ciudad italiana

Enzo Sellerio, Letizia Battaglia, Franco Zecchin, Fabio Sgroi o Lia Pasqualino, son algunos de los objetivos que pusieron su mirada en Palermo

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Palermo
Letizia Battaglia con un degente dell'ospedale psichiatrico, Palermo, 1986 © Lia Pasqualino

El corazón de Palermo está en Madrid. El Istituto Italiano di Cultura di Madrid tiene una exposición que llega desde Turín que cuenta la historia de la ciudad a través de algunos de los mejores fotógrafos del mundo. Palermo Mon Amour, que estará activa hasta el 29 de junio de 2024, se sumerge en una ciudad llena de contradicciones y visionaria, y se la muestra a los espectadores. Enzo Sellerio, Letizia Battaglia, Franco Zecchin, Fabio Sgroi o Lia Pasqualino, son algunos de los objetivos que pusieron su mirada en Palermo.

De los años 50 a los 90

Laboratorio teatrale allo Psichiatrico. Palermo, 1983. ©Franco Zecchin

La exposición, bajo el comisariado de Valentina Greco, presenta, a través de la mirada de cinco fotógrafos italianos, una visión de la historia de Palermo desde los años 50 hasta 1992, explorando el imaginario poético de una ciudad en continua “deflagración” y no siempre recompuesta en su complejidad.

A la visión amable, jocosa, culta y anti-retórica que caracterizan los años 50 y 60, desgarrada por escenarios de miseria y degradación, pero también atravesada por una tensión hacia el renacimiento civil y económico, siguen los turbulentos años 70, las revoluciones del movimiento punk, las manifestaciones estudiantiles y los hechos de crónica feroz que salpican la vida cotidiana de Palermo hasta el 1992, el año en que parecía que todo podía cambiar.

Afloran del blanco y negro hombres y mujeres: símbolos como los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino; o Letizia Battaglia, a su vez, fotografiada por Lia Pasqualino y Franco Zecchin. Aflora también el retrato de gente común, todos espectadores y al mismo tiempo protagonistas de una historia y de una humanidad en continuo devenir.

Explica Greco, comisaria de la exposición, que la fotografía es «un dispositivo necesario para experimentar un lenguaje que pueda narrar qué ocurre en una ciudad, qué es una ciudad. Realizar una fotografía significa participar en la felicidad, en la fragilidad, en la cotidianidad, en la excepcionalidad, en la ferocidad, en la hipocresía, en la afabulación, en la riqueza, en la miseria, en la maravilla de las situaciones colectivas, sean públicas o privadas. Las fotografías desvelan la implacable deconstrucción del tiempo, y revelan que entre dos situaciones se encuentra el desbarajuste, la deflagración».

La maravilla de las situaciones colectivas

Vucciria, Palermo, 1985. © Fotografia di photography by Letizia Battaglia

Con un salto en el presente, el recorrido de la exposición se enriquece del punto de vista y de las imágenes de la fotógrafa Begoña Zubero Apodaca (Bilbao, 1962). La investigación de Zubero va desde la exploración del espacio urbano hasta la abstracción de la fotografía subjetiva.

En Palermo Mon Amour, Zubero toma inspiración de sus largas estancias en Italia, en los que se concentra en la arquitectura palermitana, interpretada como memoria viva de su pasado y de las influencias culturales recibidas. El espacio urbano se convierte en testimonio del carácter multicultural de la ciudad y de los cambios socio-políticos que ha sufrido, completando sin solución de continuidad el retrato esbozado por Sellerio, Battaglia, Zecchin, Sgroi y Pasqualino.

El título de la exposición se inspira en la novela Hiroshima Mon Amour de Marguerite Duras. La exposición está pensada como un paseo visual, con un ritmo trepidante y lleno de encuentros que recorre Palermo a través de más de sesenta fotografías de medio y gran formato, componiendo el retrato-mosaico de una ciudad en un estado de excepción constante, de la cual la fotografía, junto con la escritura y el teatro, han sido atentos observadores y protagonistas.

Dalla serie Palermo 84-86 «Early Works». © Fabio Sgroi 

«Estamos seguros que ningún visitante podrá permanecer indiferente a la fuerza rompedora de Palermo Mon Amour. A las miradas de estos extraordinarios fotógrafos que, a lo largo de los años, han gravitado alrededor de la capital de Sicilia, contando su presente y entregándolo, con sus imágenes, a la historia», declara Marialuisa Pappalardo, directora del IIC di Madrid.

«Agradezco a la Fondazione Merz haber aceptado la invitación para realizar la exposición en nuestros espacios y al Instituto Cervantes, especialmente a la sede de Palermo, por haber conseguido que esta etapa madrileña sea aún más especial gracias a las fotografías sobre la Palermo contemporánea realizadas por Begoña Zubero».

La exposición forma parte del programa de PhotoEspaña 2024.

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