Michael Moore se pone las pilas contra Trump: termina en 12 días un documental a favor de Clinton
Especialista en hacer documentales con virulentas críticas a los excesos del sistema, Michael Moore toma al público desprevenido en su nuevo filme «Michael Moore in Trumpland», un vibrante alegato a favor de la candidata demócrata Hillary Clinton.
Ganador de la Palma de Oro en Cannes en 2004 por «Farenheit 9/11» y del Oscar a mejor documental en 2003, Michael Moore realizó de urgencia, en 12 días, esta película cuyo montaje terminó el martes pasado, exactamente a tres semanas de la elección presidencial en Estados Unidos, explicó a los periodistas.
No ha sido tanto Donald Trump quien lo llevó a la acción, comentó, sino el temor de ver a Hillary Clinton, una candidata sin arraigo popular, no contar con el apoyo necesario en las urnas el día de los comicios.
«Cuanto más veía a los seguidores de Hillary realizar su danza de victoria como si ya todo hubiera terminado, más me decía: ustedes están haciendo elegir a Donald Trump», precisó.
Este hombre de izquierda terminó y luego filmó una iniciativa personal que, contra toda previsión, no apunta a demoler a Donald Trump sino a humanizar a Hillary Clinton y volcar a su favor a los electores que aún no definieron su voto.
«Nadie quiere una película que nos diga que Donald Trump es falso, que es un horrible ser humano», dice este sexagenario cineasta que logró celebridad con el documental «Roger & Me».
He preferido «hacer algo subversivo, algo inesperado», dijo, y el resultado es resueltamente optimista. El objetivo que pretende alcanzar con su largometraje es doble. El más evidente, los electores que pretender votar por el candidato republicano.
Michael Moore expuso su espectáculo en un teatro de Wilmington, una pequeña ciudad de Ohio (noreste), situada en un condado donde los votantes republicanos son una aplastante mayoría.
Hasta se aseguró, según dijo, de contar con la presencia de 150 a 200 personas, entre las 700 que asistieron, que pretenden votar por Trump.
Para hacerlos reflexionar, utiliza el humor pero sobre todo un extraño elemento entre aquellos que piden dar su apoyo a Hillary Clinton, hacer conocer sus orígenes.
¿Moore candidato en 2020?
Moore nació, creció y aún vive en Michigan, un Estado industrial que se encuentra entre los más castigados en el plano económico en Estados Unidos, cuyo gobernador es un republicano.
Les habla de igual a igual a los decepcionados, a los frustrados, para quienes Donald Trump «es el cóctel Molotov humano que esperaban».
Antes que perder tiempo en darles explicaciones sobre como llegó a ser un hombre de negocios, les habla de adherir a una sociedad más igualitaria, más justa, donde especialmente se mejore la condición de las mujeres.
Recuerda, con sensibilidad, el largo combate de las mujeres por la emancipación, al punto de hacer derramar algunas lágrimas a varios espectadores en Wilmington.
¿Qué cosa aseguraría mejor esta evolución, luego de la elección de un presidente negro hace ocho años, que la elección de Hillary Clinton?, destacó.
Ese es un argumento que busca alcanzar igualmente a quienes constituyen su segundo objetivo y posiblemente el principal: los abstencionistas, especialmente a los seguidores de Bernie Sanders en las primarias demócratas, que aún se resisten a dar su apoyo a Clinton.
«La mitad del país no va a votar», recordó el cineasta. Según él, esta película «está hecha para ir a buscarlos» y convencerlos de ir a las urnas.
Además de hablar de sus orígenes, Moore recuerda también su pasado político: jamás votó a Hillary Clinton. Bernie Sanders contó con su preferencia en las primarias de este año y votó por Barack Obama en 2008.
«Pienso que soy un extraño mensajero», ironiza Moore sobre su filme.
Estrenada el miércoles en una sala de Nueva York y en otra de los suburbios de Los Ángeles, la película debería ser pronto exhibida en una treintena de otras ciudades estadounidenses y en las plataformas digitales, anunció Moore.
Lejos de firmarle un cheque en blanco a la candidata demócrata, advierte que si Clinton resulta elegida y no respeta su programa, le pedirá rendir cuentas y se presentará como candidato en 2020. «No bromeo», advirtió.