Crítica de La boda de Rosa, nominada a mejor película en los Premios Goya 2021
La gala de los Premios Goya 2021, en directo
La última película de Iciar Bollaín tiene como protagonista a Rosa, interpretada por Candela Peña. La película se encuentra como favorita en los Premios Goya 2021 de hoy. Esta mujer se da cuenta cuando va a cumplir 45 años que su vida siempre se ha centrado en los demás. En ese momento comienza una pequeña crisis en la que, como ella misma le cuenta a su hija, quiere «apretar el botón nuclear»: tomar las riendas de su vida y ponerse a sí misma en el centro de su día a día. Y la mejor forma de escenificar ese cambio radical es casarse con ella misma. De esta forma, en ‘La boda de Rosa’ asistimos a una declaración de intenciones de una madre que decide comenzar a vivir su vida como ella quiere y no como su entorno le empuja a vivirla. Enseguida se dará cuenta que casarse con ella misma no va a ser tan fácil como parece.
En ‘La boda de Rosa’ asistimos a una historia con la humanidad, la compasión y el amor propio en el centro de la misma. Es, además, un lugar de encuentro de grandes actuaciones en el que cada actriz, y actor, tiene su momento de gloria. Traspasa la pantalla la complicidad entre Candela Peña y Paula Usero, pero cada actor y actriz de la película es la pieza de un puzzle que al final encaja a la perfección. Un puzzle que nos hace partícipes de momentos tan inspiradores como la despedida de soltera improvisada de la protagonista.
Acompañando a Candela Peña están Sergi López y Nathalie Poza. Dos grandes actores del cine español. López, por su parte, cumple con los clichés de la cultura española desmarcándose en ciertos momentos para mostrar una expresividad que le permite exhibirse. Poza se convierte en ‘La boda de Rosa’ en una montaña rusa interpretativa que ella maneja con soltura. Ha dado vida a papeles mucho más complejos pero no por ello relaja su talento y muestra un personaje lleno de matices.
Aunque el amor propio es el eje central de ‘La boda de Rosa’, no es el único palo que toca Bollaín. También se habla de maternidad y de las relaciones padre-hijo. Una pequeña muestra de cómo preparamos a nuestros hijos para la vida, donde los roles y las expectativas son la piedra angular.
‘La boda de Rosa’ es una dramedia, un drama con pinceladas de comedia, en el que los primeros planos juegan un gran papel a la hora de integrar al espectador en las emociones de sus protagonistas: desde la tristeza y el cansancio de Lidia, la hija de Rosa, hasta la nostalgia que siente la propia Rosa al recordar a su madre en su taller de costura. Cada secuencia de la película esta llena de contenido. Nada sobra.
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