DANA

Sánchez negó tras la DANA 25 millones para viviendas industrializadas como las que ahora anuncia

La Generalitat Valenciana pidió al SEPE la cesión de esa cantidad para 200 viviendas que albergaran a afectados por la DANA

El Gobierno valenciano siguió adelante pese a la negativa del Ejecutivo de Sánchez y su plan ya está en marcha

Sánchez viviendas Valencia DANA
Pedro Sánchez.
Ignacio Martínez

El Gobierno de España, que preside el socialista Pedro Sánchez, rechazó tras la DANA ceder 25 millones de euros a la Conselleria de Vivienda de la Generalitat Valenciana para construir 200 viviendas industrializadas como las que este jueves el propio presidente del Gobierno ha anunciado a bombo y platillo en Madrid. El objetivo del Gobierno valenciano era contar con esas viviendas para realojar a una parte de los que habían perdido en su casa con la riada sólo tres meses atrás, el 29 de octubre de 2024.

Las viviendas industrializadas son las que están construidas total o parcialmente en fábricas y se montan sobre el terreno a partir de piezas estandarizadas. Mientras que las prefabricadas se crean y ensamblan en una fábrica y se transportan hasta donde son ubicadas.

El 13 de enero de este 2025, la ministra Isabel Rodríguez sacó del cajón un plan de 438 viviendas para afectados por la DANA que era, en realidad, el elaborado para Valencia en 2021 por el entonces ministro José Luis Ábalos. Este último presentó su plan ante el Congreso de los Diputados en junio de aquel 2021. Aquellas viviendas son las que cuatro años más tarde rescató Isabel Rodríguez.

Ese mismo 13 de enero de este 2025, la vicepresidenta del Gobierno valenciano y consellera de Vivienda, Susana Camarero, criticó la escasa inversión del Ejecutivo de Pedro Sánchez en vivienda en Valencia. Camarero calificó el anuncio gubernativo de «absurdo e improvisado» y recordó que la medida ya estaba prevista: «La ministra desconoce que hay un acuerdo desde hace mucho tiempo sobre el cuartel de Ingenieros de Valencia entre el Ministerio, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia».

Camarero anunció ese mismo día que había solicitado por carta al Ministerio de Isabel Rodríguez «que ceda a la Generalitat los 25 millones de euros que destinó a la entidad estatal de suelo, SEPES, para la zona afectada por la inundación». En concreto, la propuesta del Gobierno valenciano era destinar esa cantidad a viviendas industrializadas para los afectados de la DANA. Porque, según defendió entonces la propia Susana Camarero, era una medida innovadora que permitía el acceso a la vivienda de forma inmediata.

Ni el Ministerio de Isabel Rodríguez ni su entidad de suelo concedieron esos 25 millones de euros para hacer viviendas industrializadas a la Generalitat Valenciana y el Gobierno valenciano se vio obligado a afrontar en solitario aquella iniciativa. Y vaya si lo hizo. En la actualidad, la medida forma parte del Plan de Vivienda de la propia Generalitat, a través de la Conselleria de Bienestar Social, Igualdad y Vivienda, que dirige la propia Susana Camarero.

El plan ya está en marcha con la propuesta de suelos municipales y un presupuesto idéntico al que en su día se requirió al SEPE: 25 millones de euros, de los que 15 proceden de la Generalitat y, los otros 10, de fondos europeos Next Generation. El plan incluye la construcción de más de 200 viviendas.

De hecho, este 4 de abril, Carlos Mazón visitó las obras de construcción de otras 34 viviendas de alquiler asequible en Alicante. Una circunstancia que el propio presidente de la Generalitat Valenciana destacó frente a los «anuncios en papel» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: «No venimos a enseñar un mapa ni un papel. Venimos a ver la grúa construyendo», destacó entonces Mazón a este respecto.

Según relató aquel 13 de enero de Susana Camarero, en aquel pacto para las 438 viviendas, estaba prevista la cesión de suelo y la financiación a cargo de fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Y no llegó a ejecutarse por la inacción del Gobierno de España y del de Ximo Puig, que impidieron la cesión de suelo. Aquello, supuso la pérdida de los fondos europeos para la construcción de esas viviendas, según explicó entonces Camarero.

 

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