'CASO OLTRA'

Incertidumbre en el Gobierno valenciano ante un futuro sin Oltra: Puig no quiere un adelanto electoral

Mónica Oltra
Ximo Puig y Mónica Oltra en una imagen tomada durante la pandemia.
Ignacio Martínez

El PSOE valenciano comienza a soltar amarras respecto a Compromís ante el incierto futuro de la vicepresidenta primera del Gobierno valenciano y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas Mónica Oltra. La vicepresidenta está pendiente de conocer la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) acerca de la imputación solicitada para ella por el titular del Juzgado de Instrucción 15 de Valencia, que investiga si cargos y/o personal de la Consejería de Oltra supuestamente ocultaron las denuncias de la menor abusada por su entonces marido. El presidente del Gobierno valenciano el socialista Ximo Puig no quiere un adelanto electoral, pero una imputación de Oltra complicaría mucho al Ejecutivo.

Las fuentes consultadas sostienen que si Ximo Puig hubiera contemplado seriamente la posibilidad de un adelanto electoral habría hecho coincidir esos comicios valencianos con los andaluces, que se celebrarán, por causas que nada tienen que ver con Puig ni con Oltra, el próximo día 19.

En su lugar, y obligado por las circunstancias -su portavoz en las Cortes formaba parte de la defensa del principal imputado en el ‘caso Azud’, en el que se investiga el presunto pago y cobro de comisiones a cambio de supuestos favores urbanísticos en el Ayuntamiento de Valencia- Puig hizo una remodelación del Gobierno valenciano en lo tocante a la cuota socialista. Dijo entonces, que ese cambio daría un nuevo impulso a su Gobierno hasta el final de legislatura. Un mes después, ese impulso no existe.

Pero pese a todo el presidente valenciano no lo tiene claro. Una reciente encuesta publicada por OKDIARIO en relación al Congreso de los Diputados presentaba entre sus resultados más notables que el Partido Popular ganaría en las 3 provincias valencianas. Y el PP, al que los sondeos también le dan, ha multiplicado la presencia de sus líderes en este territorio. Sus actos comienzan a ser frecuentados por todos los sectores de la sociedad valenciana y, también, por los más importantes empresarios, que además preguntan a los propios líderes populares sobre cuestiones como la bajada de impuestos o las iniciativas para acelerar el crecimiento económico y reducir el desempleo.

Puig sabe, además, que Mónica Oltra parapeta los ataques hacia él, pendiente también del rumbo que toma el caso de su hermano, Francis Puig, imputado en la investigación que lleva a cabo otro juzgado de Valencia por presuntas irregularidades en la obtención de subvenciones de la propia Generalitat Valenciana.

Sin embargo, el punto de inflexión de los socialistas hacia Mónica Oltra se ha producido esta misma semana, cuando se ha conocido que el fiscal ha apoyado que se investigue a Oltra por los «indicios de delito» al ocultar supuestamente los abusos de su marido, cuando se produjeron los hechos.

A partir de ahí, los socialistas, y a pesar de las alegaciones presentadas por los abogados de Mónica Oltra, que abogan por el sobreseimiento del caso en lo que respecta a su representada, han marcado distancia con Compromís y con la vicepresidenta, con expresiones para poner en valor su respeto a la Justicia, pero sin poner la mano en el fuego Oltra.

El tercer factor es la enorme presión a la que la oposición está sometiendo ya a Ximo Puig por el ‘caso Oltra’, porque visto que ella no dimite exigen a Puig que la cese y, si no lo hace, que se vayan los 2. No hay escenario donde esté el presidente y la oposición en el que no se le exija que cese a Oltra ya.

Ximo Puig la va a aguantar en la vicepresidencia hasta que el TSJ decida si la imputa o no. Si es imputada, la presión será ya totalmente insoportable. Y Mónica Oltra tendrá que dimitir. En un gobierno con ella en ese caso durante todo un año el desgaste sería enorme. El tripartito llegaría seriamente dañado a unos comicios en mayo de 2023.

Pero lo que no está descartado si  Mónica Oltra es tomar decisiones en función de cómo caminen los sondeos a partir de entonces. Si la pérdida de votos para los socialistas y Compromís se convierte en una sangría, Ximo Puig puede, según algunas fuentes, intentar reducir daños, a pesar de que su primera opción es aguantar los 11 meses que restan hasta mayo de 2023.

A Compromís tampoco le iría bien en ese escenario un adelanto. Preferiría centrarse en la gestión y que el caso se vaya olvidando en el imaginario colectivo. Y a Oltra tampoco la favorece continuar en el Gobierno con un caso abierto que puede alargarse e incluso llegar en plena ebullición a las próximas elecciones.

En conclusión, todo apunta a que si Mónica Oltra es imputada, no será cesada. Se esperará a su dimisión. Y sólo una feroz resistencia de Compromís y la propia Oltra a esa dimisión podría forzar a Ximo Puig a tomar una decisión drástica. De lo contrario, ella renunciará, alguien de Compromís ocupará su lugar en el Gobierno y la coalición intentará recomponerse para recuperar a Oltra posteriormente si sale indemne de sede judicial en caso de imputación.

Un último dato. Según las fuentes jurídicas consultadas, la decisión del Alto Tribunal respecto a Mónica Oltra no se va a demorar. En general, se habla de 2 semanas (en torno al viernes de la próxima), pero hay quien sostiene que será inminente. Sólo los magistrados lo saben.

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