Desmantelado uno de los mayores laboratorios de éxtasis y detenidos sus dos ‘cabecillas’ marroquíes

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la localidad alicantina de Altea y en el municipio valenciano de Sueca uno de los mayores laboratorios de producción de éxtasis de toda España.

Todo ello, se ha producido en el transcurso de la denominada Operación Chamizo, según el relato policial. La Operación Chamizo se ha saldado, además, con las detenciones de 12 personas. De ellos, ocho de nacionalidad marroquí, tres holandeses y un español.

Cuatro detenidos ingresan en prisión

De esos 12 detenidos, los dos cabecillas del grupo, que son de origen marroquí, han ingresado en prisión provisional, al igual que los dos químicos, que son de origen holandés. Todo ello, según ha confirmado OKDIARIO de fuentes de la Policía Nacional.

A los detenidos se les imputan presuntos delitos contra la salud pública, contra el medio ambiente y pertenencia a organización criminal. Durante la operación, la Policía ha llevado a cabo cinco entradas y registros. En ellos, han sido intervenidos 1.900 litros de MDMA, 1.000 litros de precursores para producir éxtasis y otros 1.000 litros de residuos químicos.

Esos 1.900 litros de MDMA, transformada a su estado sólido, según la Policía, hubieran alcanzado un peso final de 2.185 kilos, por lo que los agentes sospechan que pudieran estar suministrando a otros países europeos.

La investigación que ha dado origen al desmantelamiento de este macro laboratorio de éxtasis arrancó a finales de 2023 por parte de agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de la Policía Nacional en Benidorm.

Entramado criminal

Esos agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un entramado criminal presuntamente dedicado a elaborar drogas sintéticas en un laboratorio situado en los alrededores del término municipal de Sueca, para su posterior distribución por toda España.

Los agentes pudieron obtener la identidad de dos de los miembos de ese entramado criminal, a los que sometieron a seguimiento hasta ubicar varios inmuebles. Entre ellos, uno, el de una casa de campo en Sueca, donde se producía un inusual trasiego.

Además, comprobaron una serie de hechos que bien pudieran coincidir con las informaciones que dieron origen a la investigación. Entre ellos, un fuerte olor a productos químicos o un transporte considerado «excesivo» de garrafas de plástico. Además, también se les pudo ver con mascarillas cuando accedían y salían de la casa.

Una ubicación estratégica

Precisamente, la elección de la casa no era casual según los investigadores, porque el laboratorio se hallaba en una zona boscosa y montañosa, con caminos y accesos deteriorados y estrechos.

Los miembros de la banda eran transportados por uno de sus miembros hasta el citado laboratorio. Y, desde allí, otro componente del entramado criminal les dirigía hasta los lugares donde se almacenaba la droga antes de ser distribuida a sus compradores finales.

Un tercero ejercía labores de vigilante de la droga. De ese modo, evitaban ser robados, a su vez, por otras organizaciones criminales. Y, otro más de los componentes del entramado, era quién cedía su documentación para alquilar inmuebles porque no tenía antecedentes. También, utilizaban vehículos de diferentes marcas para evitar el seguimiento y vigilancia de la Policía.

Los agentes han sido asistidos por miembros de la sección de sintéticos de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de la Policía Judicial dada la magnitud del material intervenido y la complejidad de la maquinaria.

También, se solicitó la colaboración del Grupo Tedax-NRBQ de la Brigada Provincial de la Jefatura Superior de Valencia y el Grupo de Inspecciones y Muestreo de la Comisaría General de la Policía Científica.