La Vía Láctea y Adrómeda colisionarán dentro de 4.500 millones de años
La Vía Láctea y la Andrómeda pueden definirse como las dos galaxias más grandes del Grupo Local. Una formaciones creadas hace miles de millones de años por medio de la unión de distintos astros y que albergan en su interior millones de estrellas, planetas, y satélites entre los que se encuentra la Tierra. Pero parece ser que hasta las galaxias más importantes que conocemos tienen una fecha de caducidad y es que un equipo internacional de astrónomos ha descubierto que sendas formaciones colisionarán en 1.4000 millones de años. Te lo contamos.
¿El fin de los tiempos?
El choque entre la Vía Láctea y Adrómeda puede definirse como el fin de los tiempos, al menos para los seres humanos. Aunque cabe destacar que no sabemos si la especie humana seguirá con vida dentro de 1.400 millones de años. De igual forma, ambas galaxias colisionarán generando un proceso más que habitual en el universo. Algo que sabemos gracias a un mapa interactivo creado por un grupo de astrónomos que ha sido publicado en la prestigiosa revista Astrophysical Journal. La principal consecuencia de esta colisión será la creación de una galaxia elíptica gigante.
Cabe destacar que las galaxias están en continuo movimiento, y la Vía Láctea no iba a ser una excepción en el universo. Por ello, era de esperar que algún día colisionara con alguna otra galaxia, lo que no sabíamos era el momento exacto. Gracias a este mapa interactivo, considerado el más detallado de la historia, sabemos que el choque que fusionará estas dos formaciones se producirá dentro de 1.4000 millones de años. Asimismo, podemos conocer la trayectoria de otras 1.400 galaxias que se sitúan ha 100 millones de años luz de nuestro planeta.
La importancia de este documento es fundamental, ya que gracias a él hemos podido conocer no solo el recorrido de la Vía Láctea (30 millones de años luz) sino los detalles de las galaxias más desconocidas. Todo ello por medio de una visualización interactiva en 4D con la que es realmente sencillo explorar los confines del espacio e incluso disfrutar de la evolución del propio cosmos. Sin olvidarnos de las distintas velocidades de estas formaciones. Por ejemplo, la Vía Láctea se mueve a 2,3 millones de kilómetros por hora. Un impulso que nos acerca cada vez más hasta Andrómeda que va ha generar un choque inevitable.
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