Vacas adiestradas ayudarán a reducir los gases de efecto invernadero

La orina del ganado puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del suelo y el agua, por lo cual conseguir que los animales orinen en letrinas podría ser de gran ayuda para resolver el problema. Mediante un entrenamiento basado en recompensas, los investigadores lograron que las vacas controlaran su reflejo de micción hasta llegar a las letrinas, un gran paso para llevar adelante esta tarea con éxito.

Vacas adiestradas por un sistema de recompensas

Los intentos anteriores de adiestrar al ganado para orinar en letrinas tuvieron solo un éxito parcial. Pero un nuevo estudio ha mostrado que el sistema de recompensas permite entrenar ese comportamiento.

Al comienzo, los investigadores entrenaron a 16 terneros de cinco meses para «limpiar», en un proceso de 3 etapas.

La primera etapa fue familiarizar a los terneros con el lugar. Para ello, fueron colocados en una letrina, varias veces al día, hasta que orinaron. Luego se les dio un baño y una recompensa de melaza o cebada a través de una máquina expendedora.

En la segunda etapa, se colocó a los terneros en un pasadizo que conducía a las letrinas, con una puerta hacia ella que podían abrir a voluntad. Cuando uno de los animales orinaba dentro, era recompensado con una golosina y si orinaba en el pasillo, era rociado con agua durante 3 segundos.

Finalmente, en la tercera etapa, el pasadizo fue sustituido por un espacio más amplio, con libertad de movimiento para los animales. Las letrinas seguían siendo accesibles y según orinaban en ellas o no, eran recompensados o rociados con agua.

Los resultados del estudio mostraron que después de diez sesiones de entrenamiento, 11 de los terneros usaron la letrina el 77% del tiempo.

Cómo el ganado puede ayudar a reducir los gases de efecto invernadero

Basándose en los resultados de esta prueba de concepto, los investigadores esperan desarrollar un sistema de entrenamiento automatizado, que emplee sensores de micción y sistemas automáticos de recompensa, que pueda ser usado por los productores de ganado de todo el mundo.

Cuando las vacas se crían principalmente al aire libre, el nitrógeno de la orina se descompone en el suelo, contaminando el agua y contribuyendo al crecimiento excesivo de malas hierbas y algas.

Si se crían en establos, el nitrógeno de la orina se mezcla con los excrementos del suelo, produciendo amoniaco, otro gas contaminante. Por ello, capturar y procesar la orina y los excrementos del ganado reduciría significativamente el impacto ambiental de estos gases de efecto invernadero.

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