Stephen Hawking creía posible viajar a otros universos a través de los agujeros negros
Si hubo un científico sobre la faz de la Tierra que sabía sobre agujeros negros, con permiso de Kip Thorne, claro está, ese fue Stephen Hawking. El recientemente fallecido científico soñaba con ir al espacio y descubrir nuevos mundos, e incluso creía que se podrían visitar otros universos a través de estos voraces fenómenos cósmicos. ¿Sería algo posible?
Hawking siempre fue un hombre adelantado a su tiempo. ¿Qué podría haber logrado en un futuro cercano con mayor tecnología? No lo sabemos, pero incluso se conoce su intención de transferir su conciencia para poder viajar junto al millonario Yuri Miler a Próxima b en un proyecto que el ruso puso en marcha hace unos años.
Así pues, el astrónomo británico dijo en una ocasión que, de encontrarse atrapado en un agujero negro, nunca hay que rendirse, pues hay salida. ¿Cómo es posible? Porque creía que cuanto caía a través de ellos viajaba a un universo alternativo.
¿Es posible que esta hipótesis fuera real? Hawking creía que estos agujeros no eran realmente negros, sino que emiten radiación o partículas de calor, así que podrían ser más bien puertas. Conocida como la radiación Hawking, atentaba directamente contra algunas leyes de la mecánica cuántica, por lo que no toda la comunidad científica secundaba su teoría.
Los agujeros negros como puertas a universos alternativos
Los seres humanos hemos desarrollado cierto temor a los agujeros negros. Pero Hawking creía que caer en uno no era el final. De hecho, consideraba que se podía salir de ellos, según concretó en algún que otro artículo.
Para ello, el astrónomo consideraba que no todo cuanto caía en un agujero negro se destruía y perdía para siempre. A pesar de su colosal campo gravitatorio que impide incluso que la luz escape, Hawking creía que había salida.
Aunque no se concretó cómo era posible, creía que la información sobre el objeto se preservaba incluso si este se absorbía por completo. ¿Cómo? Por cierta obligación del universo a registrar cuanto contiene, incluso lo que cae en el agujero negro.
Eso sí, lo que caía en estos agujeros no debía perder la esperanza de volver, pero, ¿a dónde? Ahí está el quid de la cuestión. Esta paradoja implicaba que había una salida, sin saber exactamente cuál podía ser. No sería el lugar de origen, así que concluyó con la posibilidad de que pudiera ser un universo alternativo.
Ahora bien, una cosa está clara, si se viaja a ese universo alternativo a través de un agujero negro, hay que olvidarse de volver a este.
Temas:
- Agujeros negros