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Revolución en las telecomunicaciones: la ciencia crea una antena 500 veces más fina que un cabello humano

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Antena pequeña. Foto: Ilustración propia.

Si bien es un dato que pasa desapercibido, es importante saberlo: las telecomunicaciones han dependido históricamente de antenas de gran tamaño para la transmisión y recepción de señales. Esta limitación, especialmente en frecuencias bajas, supuso un reto para la miniaturización de dispositivos y la comunicación en entornos extremos.

Ahora, un nuevo desarrollo basado en nanopartículas levitadas podría cambiar radicalmente este panorama. La tecnología permite fabricar antenas hasta 10.000 veces más pequeñas que las convencionales y 500 veces más fina que un cabello humano, lo que podría marcar un antes y un después en la comunicación submarina, la exploración espacial y la detección geológica.

¿Cómo se ha logrado crear una antena 500 veces más fina que un cabello, y cómo funciona?

Investigadores de la Universidad de Zhejiang han desarrollado un sistema basado en nanopartículas de sílice que, levitadas en un láser, funcionan como antenas receptoras de baja frecuencia. Este diseño rompe con la relación tradicional entre tamaño de la antena y la longitud de onda, permitiendo su uso en entornos donde las antenas convencionales resultarían ineficaces.

Las antenas tradicionales dependen de su tamaño para captar señales de baja frecuencia, lo que limita su aplicación en entornos donde el espacio es un factor crítico. El nuevo diseño basado en nanopartículas levitadas introduce un enfoque diferente:

  • Nanopartículas de sílice: con un diámetro de solo 143 nanómetros, son manipuladas con láseres para actuar como receptoras de señales.
  • Carga eléctrica ajustable: un haz de electrones permite que estas partículas acumulen carga eléctrica, aumentando su sensibilidad a los campos electromagnéticos.
  • Frecuencia independiente del tamaño: a diferencia de las antenas tradicionales, la frecuencia de operación no está determinada por el tamaño físico de la antena, sino por parámetros controlables del láser.

Esta tecnología ha demostrado alcanzar una tasa de error inferior al 0,1 % en la recepción de señales mediante modulación 2FSK, una técnica utilizada en comunicación digital para mejorar la fidelidad de la transmisión.

¿Podrían usarse estas antenas en lugares extremos para mejorar las telecomunicaciones?

Las telecomunicaciones en condiciones adversas requieren tecnologías que permitan la transmisión de datos allí donde las ondas de alta frecuencia no pueden propagarse con facilidad. La miniaturización de antenas podría suponer un avance clave en diversos campos:

  • Comunicaciones submarinas: la propagación de ondas de baja frecuencia en el agua es más eficiente que la de alta frecuencia, lo que mejoraría la comunicación con submarinos y sensores oceanográficos.
  • Exploración geológica: su capacidad para operar en entornos subterráneos permitiría un mejor análisis de formaciones geológicas y una detección más precisa de actividad sísmica.
  • Exploración espacial: la comunicación en el espacio profundo podría beneficiarse de antenas que no dependan de estructuras voluminosas y costosas para su operación.

El tamaño reducido y la independencia de la longitud de onda convierten a estas nanoantenas en una solución viable para la comunicación en escenarios donde las antenas convencionales no pueden emplearse eficazmente.

¿Cuál es el futuro de las telecomunicaciones y qué pasos siguen?

A pesar del potencial de esta tecnología, existen retos que deben superarse antes de su aplicación a gran escala:

  • Sensibilidad: actualmente, la capacidad de recepción de estas antenas es entre 3 y 4 órdenes de magnitud inferior a la de las antenas tradicionales. Se está investigando la integración de múltiples nanopartículas para mejorar esta capacidad.
  • Ampliación del rango de frecuencias: se busca adaptar la tecnología para operar en frecuencias aún más bajas mediante el uso de levitación magnética y nuevos materiales.
  • Implementación en dispositivos portátiles: la combinación de sistemas de levitación con tecnologías de fabricación de chips podría facilitar la incorporación de esta tecnología en dispositivos compactos.

A modo de conclusión, esto han afirmado autores del estudio: «Proponemos un método novedoso que utiliza nanopartículas levitadas como antenas receptoras para lograr una comunicación de baja frecuencia ultrasensible, lo que rompe fundamentalmente con las limitaciones de tamaño y sensibilidad de las antenas tradicionales».

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