La sal puede afectar a la capacidad cognitiva de las personas

La curiosa relación entre el consumo de sal y la inteligencia

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El consumo excesivo de sal puede afectar al cerebro

La sal siempre se ha definido como uno de las especias básicas en todo para acompañar a todo tipo de alimentos. Una sustancia que aporta ese toque que le hace falta a tu plato para poder alcanzar el máximo placer culinario. Todos conocemos que la sal no es muy recomendable si quieres llevar una dieta equilibrada. La tensión, el corazón, el colesterol… Sabíamos que la sal, en grandes cantidades, no es buena para la salud, lo que seguramente no conocías es que también influye en la inteligencia. Increíble ¿verdad?

La nueva enemiga del cerebro

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El control de esta especia debe ser exhaustivo

El consumo de sal afecta gravemente al cerebro. al menos así lo han asegurado desde el Instituto de Medicina Weill Cornell (Nueva York) a través de una investigación que ha conseguido dar la vuelta al mundo. Desde el el Baycrest Kunin-Lunenfeld Applied and Evaluative Research de Toronto aseguraban que el consumo excesivo de sal podría provocar el deterioro de la función cognitiva de las personas. Un efecto secundario generado por una dieta perjudicial que afectaba a los parámetros cardiovasculares que provocavan una insuficiencia sanguínea en el cerebro. Sin embargo, desde este nuevo estudio aseguran que el consumo de sal es mucho más que un efecto secundario.

Según los expertos, el consumo de sal produce una respuesta del sistema inmune. Es decir, un intenso incremento en la producción de la interleucina -17, una sustancia inflamatoria que puede generar problemas irreversibles. Su efecto se basa en reducir el riego sanguíneo en las regiones de la corteza cerebral relacionadas con la memoria o el aprendizaje.

El experimento

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El consumo excesivo de sal puede provocar problemas de demencia

Con la finalidad de demostrar su hipótesis, los investigadores de Nueva York recurrieron a un experimento basado en ratones. La idea era someter a un grupo de roedores a una dieta con alimentos que contenían entre un 4 y un 8% de sal, una cantidad bastante superior a la habitual en este tipo de animales. Los resultados fueron sorprendentes. La gran mayoría de los ejemplares comenzaron a perder sus capacidades cognitivas de forma progresiva. Todo a causa del incremento de la interleucina. Asimismo, la mayoría de los ratones recuperaron sus capacidades después de abandonar estos alimentos. Sin embargo, aquellos ejemplares que siguieron con estos hábitos alimenticios durante tres meses consiguieron desarrollar una extraña forma de demencia.

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