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¿Por qué la risa es contagiosa? La ciencia tiene la explicación

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Amigos riéndose. Foto: Pexels.

La risa es contagiosa. De eso no quedan dudas. Si no, pon a tu amigo con la risa más graciosa a reírse en frente tuyo a ver si aguantas. Este fenómeno, conocido desde tiempos antiguos, hoy tiene una explicación científica.

Investigaciones recientes revelaron que el cerebro humano cuenta con un sistema que se activa ante la risa de otros, facilitando la respuesta emocional y física que nos lleva a reír también. Esto fortalece la conexión social entre individuos, mientras aporta beneficios para la salud.

¿Por qué la risa es contagiosa? Esto dice la ciencia

Estudios han demostrado que cuando alguien ríe o sonríe, en nuestro cerebro se activan las neuronas espejo, un grupo de células nerviosas encargadas de reflejar el comportamiento observado en los demás. Estas neuronas no solo reaccionan a los movimientos de quienes nos rodean, sino también a las expresiones emocionales.

En la misma línea, investigaciones con resonancia magnética han mostrado que, al oír risas, se encienden las áreas del cerebro relacionadas con el control de los músculos faciales. Esta reacción prepara al cuerpo para imitar la sonrisa o la risa, promoviendo una respuesta social positiva.

Incluso los bebés muestran una respuesta de sonrisa cuando observan a alguien reír o sonreír, indicando que este comportamiento es innato y no aprendido.

Según la investigadora Sophie Scott, del Colegio Universitario de Londres, «cuando reímos, las neuronas espejo activan automáticamente nuestro sistema de respuesta, predisponiendo a nuestro cuerpo para compartir esta emoción».

Cuando la risa es contagiosa, hay emociones positivas

La ciencia sugiere que las emociones positivas, como la risa, son especialmente contagiosas. En un estudio publicado en el Journal of Neuroscience, Scott y su equipo exploraron cómo el cerebro humano responde a distintos tipos de sonidos emocionales, tanto positivos como negativos, utilizando resonancias magnéticas.

Para Scott, este hallazgo revela la base social de nuestro cerebro: las emociones positivas, como la risa, facilitan la cohesión social al promover interacciones agradables y empáticas. Al reír juntos, generamos vínculos sociales que refuerzan nuestras relaciones.

Ahondando en la risa y cómo ha evolucionado junto a la humanidad

La risa como respuesta innata se ha interpretado como un recurso evolutivo que fortalece los lazos dentro de grupos humanos. Desde una perspectiva de supervivencia, la risa es una señal clara de que una situación es segura, disminuyendo la ansiedad y facilitando la comunicación y la cooperación entre individuos.

A su vez, la tendencia a reír ante las mismas situaciones que los demás subraya la función social de la risa, un elemento clave para la empatía y la conexión humana.

La risa no solo alivia tensiones, sino que también es un lenguaje universal que ayuda a las personas a relacionarse entre sí de manera más espontánea y cercana.

En palabras de Scott, «la risa nos permite comunicar de forma efectiva y solidaria que una situación ha dejado de ser una amenaza». Así, la risa no solo expresa alegría, sino que también funciona como un mensaje de calma y seguridad.

Las tres etapas del proceso de la risa

  • Desconcierto: se produce una situación inesperada que provoca una sensación de incongruencia.
  • Resolución: el cerebro evalúa rápidamente la situación, comprobando que no hay peligro real.
  • Alivio: la risa actúa como una señal de alivio, transmitiendo que la situación es segura y reforzando la confianza en el entorno social.

Beneficios físicos y psicológicos de la risa

Los estudios destacan que el efecto de la risa en la salud es amplio y abarca tanto el bienestar físico como emocional. A través de la risa, el cuerpo experimenta una liberación de tensión y un incremento en las hormonas del bienestar, como la endorfina.

  • Reducción del estrés: la risa disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, ayudando a relajar el cuerpo.
  • Mejora del sistema inmunológico: la exposición a emociones positivas como la risa fortalece el sistema inmunológico, aumentando la resistencia a enfermedades.
  • Beneficios cardiovasculares: reír promueve la circulación sanguínea, reduciendo la presión arterial y beneficiando la salud del corazón.

Además, la terapia de la risa ha ganado reconocimiento en el ámbito hospitalario, donde se utiliza para reducir el estrés de los pacientes y promover un entorno más positivo. Estudios en hospitales indican que la risa ayuda a los pacientes a enfrentar mejor sus tratamientos, acelerando su recuperación.

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