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Uno de los grandes retos de la humanidad es poner un pie en el planeta rojo. En los últimos años los astrónomos han realizado hallazgos esperanzadores como el descubrimiento de indicios de que un día hubo agua en Marte. Sin embargo, una nueva investigación ha puesto el foco en un posible escollo para la colonización.
La clave la ha dado un estudio publicado en la revista Science Advances al afirmar, que los intensos vientos y los torbellinos de polvo que recorren su superficie suponen un grave desafío para las misiones tripuladas y la futura colonización de Marte.
El trabajo está liderado por el doctor Valentin Bickel, del Centro para la Habitabilidad Espacial de la Universidad de Berna, y se ha convertido en el registro más detallado hasta la fecha sobre estos fenómenos atmosféricos.
El obstáculo que han encontrado los astrónomos para la colonización de Marte
Las misiones Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter han permitido identificar más de un millar de torbellinos de polvo distribuidos por toda la superficie marciana.
Según el estudio, estos dust devils pueden alcanzar velocidades de hasta 160 kilómetros por hora, lo que los convierte en los vientos más rápidos jamás medidos en la atmósfera de Marte.
Es cierto que su fuerza no sería suficiente para derribar a un ser humano. El problema es que tienen la capacidad de levantar grandes cantidades de polvo y mantenerlas en suspensión durante largos periodos de tiempo.
Al permanecer en el aire, este polvo puede alterar la radiación solar que llega al suelo marciano. Es decir, provoca un efecto térmico significativo. Por el día enfría las temperaturas y por la noche conserva el calor.
Sin lluvias que limpien la atmósfera, las partículas pueden recorrer miles de kilómetros, lo que reduce la visibilidad y afecta el funcionamiento de los sistemas tecnológicos. Por todo ello, este fenómeno representa un riesgo directo para los paneles solares, y los sensores de las misiones actuales y futuras.
Las regiones donde los vientos impiden la llegada del hombre a Marte
No todas las zonas son igual de críticas. El equipo de investigación ha identificado Amazonis Planitia como la región que reúne las condiciones ideales para la formación de estos remolinos.
Dispone de terreno llano, abundante polvo y alta exposición solar. Además, su aparición es estacional, concentrándose principalmente en la primavera y el verano marcianos. Este patrón podría servir para anticipar riesgos y planificar con mayor precisión las operaciones en superficie.
Por ejemplo, los cálculos realizados indican que entre el 2004 y el 2024 los torbellinos podrían haber levantado más de 80.000 toneladas de polvo en todo el planeta.
Concretamente, unas 55.000 en el hemisferio norte y 25.000 en el sur. Una cantidad suficiente para modificar las dinámicas atmosféricas y complicar la planificación de las futuras bases marcianas.
El desafío para las misiones espaciales hacia el planeta rojo
El polvo marciano ha sido un factor decisivo en el fracaso de misiones como las de los rovers Opportunity e InSight, cuyos paneles solares quedaron completamente cubiertos, reduciendo drásticamente su capacidad energética.
Según los autores del estudio publicado en Science Advances, estos resultados deberían obligar a revisar los modelos climáticos del planeta y las estrategias de aterrizaje y mantenimiento de equipos.
En todo caso, la buena noticia es que los científicos también han hecho avances para la colonización de Marte. Ahora, los datos recopilados servirán para elegir el lugar de descenso del rover Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea (ESA), previsto para 2030.