La exploración de Europa en busca de vida extraterrestre
La exploración de Europa es prioridad para la comunidad científica, representa una oportunidad única para estudiar un mundo alienígena.
Oceanos en Europa, luna de Júpiter
Evidencia de vida extraterrestre en una luna de Júpiter
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Desde hace más de cuatro siglos conocemos la existencia de Europa, la cuarta luna más grande de Júpiter. En las últimas décadas y gracias a telescopios avanzados y seis naves espaciales que han volado cerca de ella, la percepción de Europa ha cambiado drásticamente.
La misión Europa Clipper se unirá en dos años a la misión Juice de la Agencia Espacial Europea, lanzada el año pasado. Ambas misiones buscarán condiciones de habitabilidad en Europa y otras lunas de Júpiter.
En realidad, no se espera una respuesta definitiva sobre la existencia de vida. Pese a ello, estas misiones identificarán señales químicas, físicas y geológicas que revelarán si Europa es un entorno adecuado para la vida.
Un mundo especial
Las observaciones recientes sugieren que Europa posee un núcleo de metal y roca, rodeado por un enorme océano de agua salada. Este contiene más del doble de agua que todos los océanos de la Tierra. Tal zona está cubierta por una capa de hielo agrietado, que ocasionalmente se abre y libera chorros de agua sobre la delgada atmósfera de esta luna.
Los elementos esenciales para la formación de moléculas orgánicas están presentes en Europa. Esto lleva a pensar en la posibilidad de que esta luna pueda albergar vida en las profundidades de su océano o en lagos subsuperficiales.
Confirmar la habitabilidad de Europa tendría un impacto enorme, aunque no podríamos asentarnos en su superficie debido a las condiciones extremas. El descubrimiento de vida, incluso microbiana, sería una prueba de que esta puede surgir en otros lugares del cosmos. Esto cambiaría nuestra percepción sobre la vida en la Tierra y en el universo.
Una larga historia
En la década de 1970, Stephen Ridgway, un astrónomo del NOIRLab de la Fundación Nacional de Ciencias, diseñó un instrumento para captar el espectro de luz de Europa. En 1972, los datos de Ridgway confirmaron que el hielo de agua cubría al menos la mitad de la superficie de Europa.
La nave espacial Pioneer 10, lanzada en 1972, tomó las primeras imágenes cercanas de Europa. Después, Pioneer 11 proporcionó más detalles sobre esta enigmática luna. Más adelante, la misión Voyager 2 en 1979 reveló una superficie lisa y brillante con largas marcas lineales y crestas bajas.
En 1983, un artículo en Nature sugirió que estas características eran compatibles con la presencia de agua líquida bajo la superficie. La misión Galileo, lanzada en 1989, aportó nuevos datos. Mostró un campo magnético variable, lo cual es señal de la posible presencia de un océano de agua salada bajo la superficie helada de Europa.
Las observaciones recientes de la nave espacial Juno, en 2022, revelan una superficie cubierta de grietas, estrías y terrenos caóticos. Esto es señal una actividad geológica intensa similar a la tectónica de placas en la Tierra.
Misiones a Europa
Bob Pappalardo, científico de la NASA, ha liderado los esfuerzos para enviar una nave a Europa durante más de dos décadas. Su sueño se está haciendo realidad con el lanzamiento de la misión Europa Clipper de la NASA, prevista para finales de este año. Esta nave llegará a Júpiter en 2030 y pasará cuatro años analizando Europa para determinar su habitabilidad.
De otro lado, en abril de 2023, la ESA lanzó la Misión Juice para explorar las lunas de Júpiter con océanos. En julio de 2032, Juice volará dos veces a 400 kilómetros sobre la superficie de Europa. Los datos combinados de Juice y Clipper brindarán una visión integral de estos mundos, ayudando a planificar futuras misiones y a entender mejor la evolución del sistema de Júpiter.
Son muchos los científicos en el mundo que ya están pensando en futuras misiones basadas en los hallazgos de Clipper y Juice. La esperanza es que estas naves encuentren evidencia suficiente para justificar el envío de un módulo de aterrizaje a Europa. Esto permitiría realizar análisis más detallados y buscar signos directos de vida.
Otras misiones
Además de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) también está planeando una misión a Europa llamada JUpiter ICy moons Explorer (JUICE), que se lanzará en 2022. Esta misión tiene como objetivo estudiar no solo Europa, sino también las lunas de Júpiter Ganímedes y Calisto, en busca de pistas sobre la habitabilidad de estos mundos helados.
La búsqueda de vida extraterrestre en Europa no solo implica la detección de organismos vivos, sino también la búsqueda de condiciones que pudieran haber permitido la evolución de la vida en el pasado o que podrían hacerlo en el futuro. El descubrimiento de vida en Europa tendría enormes implicaciones para nuestra comprensión de la biología y la evolución en el universo, así como para nuestra visión del lugar de la Tierra en el cosmos.
Retos y desafíos
Sin embargo, la exploración de Europa plantea numerosos desafíos técnicos y éticos. La radiación intensa de Júpiter y la baja temperatura de Europa hacen que sea difícil para cualquier forma de vida sobrevivir en la superficie de la luna. Además, es posible que cualquier sonda enviada a Europa lleve consigo microorganismos terrestres que podrían contaminar el ambiente de la luna, lo que dificultaría la detección de vida nativa.
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