Cómo la realidad virtual está redefiniendo el turismo de aventura

La realidad virtual dejó de ser una tecnología aplicada a los videojuegos y ahora está presente en diferentes renglones de la actividad humana. Uno de los campos en los cuales ha incursionado con notable éxito es el turismo de aventura.

Una de las grandes ventajas de la realidad virtual es que es una tecnología inmersiva. Por eso, ofrece la oportunidad de explorar infinidad de mundos, vivir experiencias extremas y aprender sobre culturas e historias de formas nunca antes vistas. Estas propiedades están siendo empleadas a fondo por el turismo de aventura.

Experiencias inmersivas

En la actualidad, la realidad virtual permite a los usuarios sumergirse en entornos simulados que replican o incluso superan las experiencias del mundo real. En el caso del turismo de aventura, esto significa que los viajeros pueden experimentar actividades como escalada, buceo o exploración de lugares remotos, sin necesidad de desplazarse físicamente.

Esta posibilidad de “viajar desde casa” ofrece enormes ventajas. Por un lado, democratiza el acceso a experiencias que de otro modo podrían ser inaccesibles. Por otra parte, reduce el impacto ambiental asociado con el turismo tradicional.

Un ejemplo destacado es el proyecto Sea Starlight, que es desarrollado en el puerto de Santa María, España. Allí se combina la tecnología avanzada con exploración cultural para ofrecer un viaje inmersivo entre el mar y las estrellas.

Para lograrlo, se utilizan gafas 3D de última generación. Los visitantes son transportados al siglo XVI para aprender cómo los navegantes antiguos, como Juan Sebastián de Elcano, se orientaban mediante las constelaciones. Esta actividad conecta a los participantes con la historia y enseña la importancia de la astronomía y la navegación en la exploración humana.

Viajando por la Antártida

El uso de la realidad virtual también ha permitido viajar por lugares remotos, como la Antártida. Esta experiencia ha sido desarrollada por la fundación UKAHT y lleva por nombre Immersive Antarctica y transporta a los “viajeros” hasta la isla de Stonington en el año 1965.

Emplea tecnologías avanzadas como fotografías históricas reelaboradas, escaneados láser y programas de inteligencia artificial para recrear entornos realistas. Durante la experiencia es posible realizar actividades como el ingreso a las cabañas de los habitantes originarios, subir a un trineo tirado por perros y recorrer la isla guiados por la voz de científicos de la época.

Esta no es la única experiencia de viaje a la Antártida que se ofrece en la actualidad. Otras opciones son las siguientes:

• Antarctica 360 VR. Fue creada por Antarctica Heritage Trust y ofrece navegación en kayak y encuentros con pingüinos.
• Thin Ice VR. Es un documental en el Centro Internacional Antártico que recrea la expedición de Ernest Shackleton y destaca el impacto del cambio climático.
• Quark Expeditions. Son vídeos en VR que simulan expediciones antárticas.
• Museo Nacional de Australia. Muestra la vida diaria de científicos antárticos, incluyendo vuelos en helicóptero y colonias de pingüinos.
• National Geographic. Ofrece un tour en 360° con el fotógrafo Paul Nicklen, explorando paisajes y fauna antártica.

Un gran potencial

La realidad virtual permite viajar por el tiempo y el espacio. Por ejemplo, hace posible revivir momentos históricos o interactuar con representaciones digitales en sitios emblemáticos, como es el caso de la visualización de gladiadores en acción al visitar el Coliseo romano. Sin embargo, esta no es su única ventaja.

Esta tecnología también hace posible crear rutas totalmente personalizadas, que se adapten por completo a los gustos y necesidades de cada usuario. Por lo tanto, les permite a personas con capacidades diferentes disfrutar de destinos que de otro modo serían difíciles de explorar.

Otro de los grandes beneficios es la posibilidad de obtener explicaciones interactivas y traducciones en tiempo real, lo cual enriquece la experiencia cultural. Hace que aprender sobre historia y cultura sea mucho más ameno y dinámico.

Es importante señalar que estas tecnologías no solo mejoran la experiencia del viajero, sino que también abren nuevas posibilidades para la industria turística al combinar educación, entretenimiento y accesibilidad.

Capacitación y preparación

Las experiencias de realidad virtual también se están utilizando para capacitar a los viajeros antes de participar en actividades de aventura. A través de simulaciones, los usuarios pueden aprender habilidades básicas de seguridad, técnicas de escalada o incluso cómo manejar un kayak. Esto no solo mejora la confianza del viajero, sino que también puede contribuir a la seguridad general durante las actividades al aire libre.

Promoción de destinos turísticos

Las empresas de turismo están utilizando la realidad virtual como una herramienta de marketing poderosa. Al ofrecer experiencias inmersivas, pueden atraer a más turistas al mostrarles lo que realmente pueden esperar de un destino. Las ferias de turismo y eventos de promoción ahora incluyen estaciones de realidad virtual donde los visitantes pueden experimentar un avance de sus futuras aventuras, lo que puede influir en su decisión de viaje.

Impacto en el medio ambiente

La realidad virtual también puede jugar un papel importante en la conservación del medio ambiente. Al ofrecer experiencias virtuales de lugares naturales, se puede reducir la presión sobre los ecosistemas frágiles que a menudo son afectados por el turismo masivo. Esto permite a los viajeros disfrutar de la belleza de la naturaleza sin causar un impacto negativo en ella.

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