¿Cómo pudo quemar la NASA las primeras pruebas de vida en Marte hace 40 años?

¿Cómo pudo quemar la NASA las primeras pruebas de vida en Marte hace 40 años?
Cómo pudo quemar la NASA las primeras pruebas de vida en Marte hace 40 años

Al parecer, las primeras pruebas de vida en Marte son bastante más antiguas de lo que pensábamos. Hace unas semanas sabíamos que el rover Curiosity había descubierto moléculas orgánicas en la superficie marciana, pero es posible que tuviéramos hace mucho más tiempo una posible vía de investigación que fue quemada por la NASA. ¿Es posible algo así?

Sin duda, Marte es uno de los planetas que más hemos explorado desde la Tierra. Durante varias décadas hemos enviado sondas que han estado en órbita sobre su atmósfera, así como vehículos y rovers que han paseado por su superficie extrayendo y analizando todo tipo de pruebas, desde rocas hasta arena.

Las primeras expediciones marcianas alcanzaron al planeta rojo en 1976, sin embargo, los primeros indicios de posible vida marciana actual o pasada no han llegado hasta hace pocas semanas. ¿Es posible? Al parecer, no, ya que las evidencias han estado ahí, en nuestras manos, pero fueron incineradas por las expediciones posteriores.

La verdad es que, según parece, no hay conspiración detrás ni nada por el estilo. De hecho, es más que probable que nunca estuviera en la intención de la NASA quemar esas pruebas. Así pues, todo obedece a una casualidad bastante desgraciada de la que podría tener la ‘culpa’ la composición química del suelo del planeta rojo. Veamos cómo es posible esta situación.

Qué pasó con las pruebas de vida en Marte pasadas

Tras encontrar una nueva publicación de la Journal of Geophysical Research, observamos que tanto las sondas Viking 1 como la Viking 2 eran calentadas por encima de los 500ºC de forma que pudieran liberar los compuestos orgánicos volátiles que se habían impregnado en su estructura.

En teoría, con esta técnica se podía detectar el carbono. Pero el problema estaba en que la NASA no contó con una posibilidad, que el suelo de Marte estaba repleto de combustible hiperinflamable capaz de destruir dicho carbono.

No fue hasta 2008 que el rover Phoenix detectó en la superficie marciana una sustancia altamente combustible y muy inusual que se usa para la propulsión de cohetes, y que tiene por nombre perclorato. Y este es el culpable de que en los años 70 las sondas Viking calentasen las muestras de las moléculas de carbono hasta incinerarlas y destruirlas. Como es obvio, los astrónomos encargados de aquellas misiones creyeron que la superficie marciana era estéril, y bajo esa hipótesis se ha trabajado durante 40 años… Hasta hace unas semanas, claro.

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