¿Es cierto que en invierno se eleva la mortalidad?
El invierno es una estación que, aunque hermosa en muchos aspectos, también se asocia con una serie de desafíos para la salud.
Tips en salud para los días fríos del invierno
Consejos para cuidar tu salud en invierno
Cuida tu dieta en invierno
La NASA no da crédito a lo que está pasando con el Sol y manda un aviso importante
Asombro de la comunidad científica: hallan una grieta marina que cambia lo que conocemos sobre la Tierra


Sí, es cierto que en invierno se eleva la mortalidad. Durante esta estación se combinan varios factores, como las bajas temperaturas, el incremento de enfermedades respiratorias, la intensificación de los problemas cardiovasculares, etc. Por lo tanto, es una temporada de mayor riesgo para la salud.
Sin embargo, se pueden tomar medidas eficaces para que el impacto del invierno no sea tan desastroso. Las acciones preventivas, así como las políticas adecuadas pueden mitigar estos efectos y proteger a los más vulnerables. El invierno es una época problemática, pero también una oportunidad para ejercer un mayor cuidado y autocuidado.
Principales causas de la mortalidad
Numerosos estudios han demostrado que la mortalidad alcanza su punto máximo durante los meses de invierno. Este patrón se repite año tras año en diferentes partes del mundo, especialmente en países con inviernos severos. Esto se debe a una combinación de factores que afectan de manera particular a ciertos grupos de la población. Los más relevantes son los siguientes.
Enfermedades respiratorias
El frío es un aliado de los virus que causan enfermedades respiratorias, como la gripe y el resfriado común. Durante el invierno, las personas tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados y esto facilita la propagación de tales virus.
Así mismo, el aire frío puede debilitar las defensas naturales del sistema respiratorio, lo cual conduce a que sea más fácil contraer infecciones. Esto explica por qué las hospitalizaciones y muertes relacionadas con enfermedades respiratorias aumentan notoriamente en esta época del año.
Problemas cardiovasculares
Las bajas temperaturas también tienen un impacto directo en el sistema cardiovascular. El frío provoca que los vasos sanguíneos se contraigan, lo cual aumenta la presión arterial y el estrés cardíaco. Esto eleva el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones cardiovasculares, especialmente en personas mayores o con enfermedades crónicas.
Hipotermia y congelación
La exposición prolongada al frío extremo puede tener consecuencias mortales. La hipotermia tiene lugar cuando la temperatura corporal desciende a niveles peligrosos que incluso pueden llevar a la congelación. Estos problemas son particularmente graves para personas mayores, niños y aquellos que no tienen acceso a un refugio adecuado, como las personas sin hogar.
Factores ambientales y sociales
A los factores antes mencionados pueden sumarse otros de carácter ambiental y social, que tienen el potencial de agravar la situación. Enseguida señalamos los más prominentes.
Contaminación del aire
La contaminación del aire tiende a ser mayor durante el invierno, debido al uso intensivo de calefacción y a las condiciones atmosféricas que atrapan los contaminantes cerca del suelo. Esto contribuye a empeorar los problemas respiratorios y aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
Falta de acceso a calefacción adecuada
Muchas personas tienen gran dificultad para mantener una temperatura adecuada en el interior de sus viviendas, especialmente en hogares de bajos recursos. La pobreza energética, es decir, la incapacidad de costear una calefacción adecuada, agrava los riesgos para la salud durante el invierno.
Reducción de la luz solar
La menor exposición a la luz solar durante el invierno afecta los niveles de vitamina D. Esto llega a debilitar el sistema inmunológico. Además, la falta de luz solar está asociada con trastornos del estado de ánimo, como la depresión estacional, que puede influir indirectamente en la salud general.
Medidas preventivas
Aunque el invierno representa un riesgo para la salud, hay medidas que se pueden tomar para reducir los riesgos. La primera de ellas es la vacunación. La vacuna contra la gripe es una de las herramientas más efectivas para prevenir enfermedades respiratorias durante el invierno.
Otra medida importante es limitar el tiempo de permanencia al aire libre en días que sean extremadamente fríos y usar ropa adecuada. Esto ayuda a prevenir la hipotermia y la congelación. Adicionalmente, es necesario mantener una temperatura confortable en el hogar.
Si el costo de la calefacción es un problema, se debe buscar ayuda. Es fundamental que los gobiernos implementen políticas que protejan a los más vulnerables.
Estrategias para mitigar riesgos
A pesar de los riesgos asociados con el invierno, hay varias estrategias que se pueden implementar para mitigar estos efectos. La vacunación contra la gripe es una de las medidas más efectivas. Las vacunas ayudan a reducir la incidencia de enfermedades respiratorias y, por ende, la mortalidad asociada. Es recomendable que grupos de alto riesgo, como ancianos y personas con enfermedades crónicas, se vacunen anualmente. También sigue siendo interesante la vacunación contra el coronavirus.
Por otro lado, la promoción de hábitos de vida saludables también es fundamental. Mantener una dieta equilibrada, realizar actividad física adecuada y cuidar la salud mental son aspectos fundamentales para atravesar el invierno con éxito. El ejercicio regular, incluso en interiores, puede mejorar el ánimo y fortalecer el sistema inmunológico.
Crear espacios de apoyo social también es esencial. Las comunidades pueden organizar actividades que fomenten la interacción social, lo que puede ayudar a combatir el aislamiento y la soledad. Las llamadas telefónicas o las videoconferencias con amigos y familiares pueden hacer una gran diferencia en la salud mental de una persona durante los meses más fríos.
Lecturas recomendadas
Temas:
- Mortalidad