Haz caso a la ciencia: no te cambies de cola en el supermercado
A todos nos ha pasado. Has tardado más de la cuenta porque no te decidías si comprar comida con o sin gluten y se te ha echado la hora encima. Llega el momento de pagar y te acercas raudo y velos hacia las cajas. Es el momento de elegir y las son de diferentes medidas pero existen factores diferenciales: cantidad en los carros, uso de cestas, personas mayores que se enredan a hablar… La decisión está tomada, y justo cuando te introduces, la cola de al lado comienza a ir más rápido. Tomas una nueva decisión y cambias tu lugar al instante pero de repente aprecias como la cola en la que estabas comienza a ir más rápido mientras que el cajero en el que te encuentras se ha quedado sin papel… Vuelven las dudas y acabas repitiéndote una y otra vez la misma frase: «Qué mala suerte». Pues no, es cosa de ciencia, así que ya puedes prestar atención a lo que comentan los mejores estudiosos sobre este tema ¡No te lo pierdas!
Estudio de mercado
Los cambios de cola a la hora de acceder a las cajas no son una buena opción. al menos eso aseguran desde la Universidad de Harvard con un novedoso estudio realizado por un grupo de investigadores en el que la ciencia es la auténtica protagonista. Los autores del informe comprobaron que el momento en el que una persona se encuentra en el último puesto de la cola es cuatro veces más propensa a cambiar su sitio. Una reacción típica de la «aversión al último puesto, todo un mecanismo psicológico muy habitual en los seres humanos. Sobre todo en el mundo empresarial.
Para demostrar sus teorías, los investigadores de Harvard pusieron en marcha un experimento en el que los asistentes tenían que ubicarse en el último puesto de una cola ficticia de un supermercado. Los resultados demostraron que el 20% de los participantes de la prueba se cambió de sitio. Sin embargo, esta alteración del destino no les sirvió para nada, ya que, a la hora de acceder al cajero, tuvieron que esperar más tiempo que si se hubieran quedado en su puesto inicial. Asimismo, el letargo fue aún mayor para los que se cambiaron varias veces de cola.
A la primera va la vencida
Los estudiosos argumentan en el trabajo que la elección de la primera cola suele ser la mejor. Un acto racional que se debe a los indicios del propio cerebro por determinar cual es el proceso más rápido y más lento, y se realiza de forma instantánea. La clave es saber aguantar la ansiedad que provoca mantenerse en el último puesto e ir avanzando hacia la cima, en este caso el cajero o cajera de turno.
De momento, no existe ningún tipo de teoría para determinar cuál será la cola más rápida. Sin embargo, siempre puedes usar una serie de trucos relacionados que pueden ayudarte en tu elección. Lo mejor para ahorrar tiempo es situarse en la cola de la izquierda, ya que la mayoría de la población es diestra y tiene tendencia a girar hacia la derecha. Otra de las claves se basa en los individuos de la fila. Lo mejor es que sean jóvenes, ya que están dispuestos a pagar cuanto antes. Siendo la peor opción una cola con personas mayores achacadas por la lentitud típica de su edad. Pero el consejo supremo se resume en una única palabra: paciencia.
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