Células senescentes: el papel del envejecimiento en enfermedades crónicas
Las células senescentes desempeñan un papel fundamental en el envejecimiento y en la aparición de enfermedades crónicas.
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Las células senescentes se han convertido en un tema clave dentro de la investigación sobre el envejecimiento y las enfermedades crónicas. Son un componente complejo que ejerce funciones tanto protectoras como perjudiciales en la biología del envejecimiento. Su acumulación está relacionada con diversas enfermedades.
Hay una tendencia hacia el envejecimiento de la población en muchos países del mundo. A su vez, la ciencia ha hecho posible que la esperanza de vida sea más elevada. Esto es una gran noticia, pero trae consigo un incremento de enfermedades asociadas con la edad, como el Alzheimer, la fibrosis y el cáncer. De ahí la importancia de estudiar el papel de las células senescentes.
Las células senescentes
Las células senescentes son aquellas que dejan de dividirse en respuesta a un daño celular, pero que no han muerto. Este proceso es conocido como senescencia celular y constituye una estrategia de defensa natural del organismo frente a diversas agresiones, como el daño del ADN, el estrés oxidativo o las infecciones.
Aunque las células senescentes detienen su ciclo de división para evitar la propagación de células dañadas, siguen activas en otros aspectos. Por ejemplo, secretan sustancias que actúan como señales de alarma, para promover la respuesta inmune y la reparación del tejido dañado. Este mecanismo es esencial para prevenir la proliferación descontrolada de células malignas.
Sin embargo, a medida que el organismo envejece, la acumulación de células senescentes se vuelve problemática. En su fase temprana, estas células cumplen funciones protectoras, pero con el tiempo terminan contribuyendo para que se produzca un proceso inflamatorio crónico y se deterioren los tejidos.
Esto es lo que se conoce como “inflamaging”. Este es un fenómeno de envejecimiento acelerado que se caracteriza por la inflamación de bajo grado que afecta al cuerpo con la edad. La acumulación de células senescentes también altera la estructura y función de los tejidos, lo que puede dar lugar a la pérdida de flexibilidad y funcionalidad en órganos clave.
Las patologías derivadas
Las células senescentes, en principio, protegen del cáncer, pero su acumulación con la edad también está asociada con la formación de tumores. En un comienzo, estas células reconocen el daño provocado por mutaciones cancerígenas y detienen la división de las células afectadas para evitar que un tumor crezca.
Sin embargo, si el sistema inmune o los mecanismos que eliminan las células dañadas no actúan como debieran, las células senescentes siguen funcionando en el organismo y esto favorece el desarrollo de diversas enfermedades. Esto se observa especialmente en el cáncer.
Después de un tratamiento oncológico como la quimioterapia o la radioterapia, muchas células tumorales sobreviven en estado senescente. En este caso, no se dividen, pero secretan sustancias que pueden generar resistencia a otros tratamientos y favorecer la agresividad de los tumores remanentes. Esto hace más difícil eliminar el cáncer por completo.
El proceso inflamatorio crónico asociado con la acumulación de estas células también está relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, trastornos cardiovasculares y enfermedades pulmonares. Las secreciones de las células senescentes pueden alterar el equilibrio de los tejidos y afectar su función, acelerando la aparición de enfermedades relacionadas con la edad.
El futuro de la investigación
El campo de la senescencia celular es un área de investigación en constante avance. Aunque se ha logrado bastante, todavía queda mucho por descubrir. Los próximos pasos incluyen ensayos clínicos para probar la efectividad de los “compuestos senolíticos” en humanos, especialmente en pacientes con cáncer.
Si los resultados positivos en modelos animales pueden replicarse en humanos, los compuestos senolíticos podrían convertirse en una herramienta terapéutica clave para tratar diversas enfermedades crónicas. Esto podría tener un gran impacto en la medicina geriátrica y en el tratamiento del cáncer.
El objetivo de estas investigaciones no es lograr la inmortalidad ni revertir del envejecimiento. En lugar de buscar un “elixir de la juventud”, se busca mejorar la calidad de vida y prolongar la salud en la vejez.
Implicaciones Terapéuticas
Debido a la importancia de las células senescentes en las enfermedades crónicas, se están explorando diversas estrategias terapéuticas. Una de las aproximaciones más prometedoras es la eliminación de células senescentes a través de fármacos conocidos como senolíticos. Estos compuestos tienen el potencial de reducir la carga de células senescentes en los tejidos y, por ende, mejorar la salud y la calidad de vida en las personas mayores.
Además, la investigación en el campo de la biología del envejecimiento está empezando a centrarse en la promoción de un envejecimiento saludable, que incluye prácticas como la alimentación equilibrada, el ejercicio regular y la reducción del estrés, que pueden ayudar a mitigar la acumulación de células senescentes y sus efectos perjudiciales.
Conclusión
Comprender su función y cómo afectan al organismo puede abrir nuevas vías para el tratamiento y la prevención de estas condiciones. A medida que la investigación avanza, es posible que en el futuro podamos encontrar maneras efectivas de abordar el envejecimiento y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. La integración de la ciencia de la senescencia celular en la medicina puede revolucionar nuestra forma de tratar las enfermedades relacionadas con la edad y promover un envejecimiento más saludable.
Lecturas recomendadas
Temas:
- Envejecimiento