Adiós a los viajes en avión como conocíamos: ya hay fecha exacta para el cambio más radical y así te afecta
La aviación supersónica ha dado un nuevo paso hacia el futuro, y China se presenta como el líder con el lanzamiento de un innovador prototipo de avión capaz de alcanzar velocidades de 5.000 kilómetros por hora. Este avión, bautizado como «Cuantianhou» o «Mono que remonta el vuelo», ha sido desarrollado por la empresa Sichuan Lingkong Tianxing Technology Co. y marca un antes y un después en los avances tecnológicos en la aviación. De hacerse realidad, el gran invento chino permitiría volar de Madrid a Nueva York en poco más de una hora, frente a las siete horas actuales.
El «Cuantianhou» es un prototipo no tripulado que se presentó oficialmente en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, a principios de este año. Este avance se perfila como un desafío tecnológico que pone a China en una posición competitiva frente a otras potencias como Estados Unidos y Europa, que todavía están trabajando en el desarrollo de sus propios aviones supersónicos. Mientras tanto, el mundo sigue expectante ante las posibilidades que ofrece la aviación supersónica, la cual podría cambiar para siempre los viajes internacionales y reducir drásticamente los tiempos de vuelo entre continentes.
El gran invento chino: un avión supersónico
El «Cuantianhou» se caracteriza por su tamaño compacto: siete metros de longitud y 1.500 kilos de peso. Su principal atractivo es su capacidad para alcanzar Mach 4, lo que equivale a una velocidad de aproximadamente 5.000 kilómetros por hora. Para poner esto en perspectiva, un vuelo entre Nueva York y Pekín, que actualmente tarda alrededor de 14 horas, podría completarse en menos de tres horas.
En cuanto a la tecnología de propulsión, el «Cuantianhou» está equipado con un motor de detonación ramrotor de última generación. Este motor es una combinación de un motor de detonación rotatorio, un compresor de rotor y la tecnología del estatorreactor, lo que le permite alcanzar velocidades supersónicas.
El motor de detonación ramrotor es muy eficiente para vuelos a altitudes extremadamente altas, como las que se alcanzan en el espacio cercano, donde la atmósfera es más delgada y presenta menos resistencia al avance. Con esta tecnología, el avión tiene la capacidad no sólo de volar a velocidades impresionantes, sino también de hacerlo de manera más eficiente en términos de consumo de energía.
El vuelo de prueba del «Cuantianhou» está programado para 2026, con el objetivo de evaluar la aerodinámica, la resistencia al calor y el rendimiento general del sistema de propulsión.
Avances en la aviación supersónica
La aviación supersónica fue un sueño que se materializó parcialmente a finales del siglo XX con la llegada del «Concorde», el avión más rápido en la historia de la aviación comercial. Sin embargo, tras el trágico accidente de 2000, en el que fallecieron 113 personas, las operaciones del Concorde cesaron, y la aviación supersónica fue relegada a un segundo plano durante más de dos décadas. El «Cuantianhou» marca el regreso de esta tecnología, que, en su época de apogeo, permitió a los pasajeros cruzar el Atlántico en menos de tres horas.
Éste es sólo el primer paso en una serie de proyectos que China tiene en mente. La empresa Sichuan Lingkong Tianxing Technology Co. también está desarrollando el «Dasheng», un avión de pasajeros supersónico tripulado que se espera que esté listo para su lanzamiento en 2030. Este avión estará diseñado para operar en las rutas comerciales, llevando pasajeros a velocidades increíbles, y está destinado a ser una alternativa viable para los vuelos intercontinentales, reduciendo significativamente los tiempos de viaje.
Con el respaldo de recursos gubernamentales y una infraestructura de investigación altamente avanzada, China está posicionando a sus empresas como líderes en la tecnología de propulsión y en el desarrollo de aviones de alta velocidad. Aunque Estados Unidos y Europa también están invirtiendo en el desarrollo de aviones supersónicos, el «Cuantianhou» le otorga a China una gran ventaja competitiva.
Si el «Cuantianhou» y sus sucesores logran superar los obstáculos técnicos y económicos, podrían transformar la forma en que las personas se desplazan por el mundo. La posibilidad de viajar entre continentes en menos de tres horas con este invento chino sería un cambio radical en los tiempos de vuelo, y podría hacer que los viajes largos sean mucho más atractivos.
A medida que la tecnología continúa avanzando, es probable que la aviación supersónica se convierta en una realidad para los viajeros del futuro. La clave del éxito será equilibrar la velocidad, la sostenibilidad y los costes, para que los vuelos supersónicos sean tanto rápidos como accesibles para el público en general.
El «Cuantianhou» y el «Dashen» son sólo el comienzo de lo que podría ser una nueva era en la aviación comercial. Con el tiempo, es posible que veamos cómo estos aviones supersónicos comienzan a formar parte de la flota aérea comercial, cambiando por completo la forma en que pensamos sobre los viajes largos. La aviación supersónica está lista para regresar, y China está marcando el rumbo hacia el futuro.
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