Carlos Carrizosa: «Un voto potente a Ciudadanos puede arrastrar al PSC a un gobierno del cambio»
"A nosotros las encuestas siempre nos han dado menos de lo que hemos sacado"
Carlos Carrizosa Torres (Barcelona, 1964) aspira por primera vez a la presidencia de la Generalitat. Sustituye como cabeza de lista de Ciudadanos a la actual presidenta de la formación, Inés Arrimadas, que en 2017 consiguió la primera victoria de un partido no nacionalista en unas elecciones catalanas. De aquellos 34 escaños, ahora, las encuestas más optimistas le otorgan a Carrizosa entre 15 y 16. Él mantiene que las encuestas siempre se equivocan con ellos y espera dar la sorpresa para poder formar un gobierno constitucionalista y desalojar así al independentismo del poder.
PREGUNTA.- Ustedes vienen de ganar las elecciones en 2017. Las encuestas indican que en esta ocasión pueden perder bastantes escaños. ¿A qué cree se debe esta bajada?
RESPUESTA.- A nosotros las encuestas siempre nos han dado menos de lo que hemos sacado. En el año 2017, por ejemplo, nos daban empatados con el PSC muy poco antes de las elecciones, y nosotros sacamos 36 diputados y ellos 17. Hay una bolsa muy grande de abstencionistas y otra de indecisos, en torno el 34%. Nuestro votante no es de etiquetas, ni de rojos ni de azules. Esperamos que con las llamadas a la movilización que estamos haciendo, y nuestra propuesta electoral, haya una movilización importante y nos den la posibilidad de sumar para que los constitucionalistas tengan un escaño más que el independentismo. Así podríamos tener un gobierno de cambio en Cataluña.
P.- Si se suma ese escaño de más, si hay esos 70 o 68 escaños constitucionalistas que marcarían la mayoría, sea con el PSC o Ciudadanos en primera posición, ¿ve viable un pacto con los socialistas?
R.-Es obligación del constitucionalismo cambiar las cosas en Cataluña. Es nuestra obligación ponernos de acuerdo para para desalojar al independentismo de la Generalitat. Llevan muchísimos años. Los diez últimos han sido una década absolutamente perdida con el procés y la falta de libertades, la fuga de empresas y, ahora, la pandemia. Hay que aprovechar un mejor resultado y hacer el gobierno de cambio. Nosotros estaremos por eso y trabajaremos para eso. Y eso es lo que nos importa. Por eso me metí en política, no para sacar cinco escaños más que uno o cinco menos que otro. Eso no es lo que importa.
P.- Entiendo, pues, que usted incluye también al PSC entre los constitucionalistas. Lo digo porque hay otros adversarios políticos suyos que lo descartan y dan por hecho un nuevo tripartito.
R.- Claro, pero piensa que precisamente un voto potente a Ciudadanos es el que puede arrastrar a un PSC, que tiene una peligrosa afición a pactar con ERC y Podemos, a estar en ese Gobierno constitucionalista. El resto del constitucionalismo tiene que valorar si quiere más de lo mismo, es decir más independentismo, o si, de alguna manera, propician que se forme ese gobierno del cambio. Yo estoy convencido de que por parte del PP y de Vox, si ellos tienen que votar por el cambio, pasará lo que pasó en Andalucía, que desalojamos al PSOE de la Junta después de 40 años.
P.- Ciudadanos ganó las elecciones en 2017 por un discurso muy contundente contra el independentismo. Ahora Vox está abanderando este discurso, digamos, más radical contra el separatismo. ¿Cree que Vox les puede perjudicar?
R.- No creo que sea tanto por la lucha contra el independentismo como por otros motivos que seguramente lleva la candidatura de Vox en su discurso. Pero la defensa del constitucionalismo en Cataluña nosotros la tenemos más que acreditada. En el Parlament hemos conseguido que abandonen cualquier tentación de repetir la aprobación de resoluciones ilegales, porque todo lo hemos impugnado en la mesa. Hemos llevado todas las resoluciones ilegales al Tribunal Constitucional. No hemos parado en la calle. Esta semana mismo, por ejemplo, la Junta Electoral nos ha dado la razón a nosotros por el tema de la Avenida Meridiana, en los cortes de tráfico, que lleva más de un año sucediéndose con gran perjuicio para los comerciantes y para los vecinos de la zona. Y nosotros lo hemos parado por una doble vía, la de la Junta Electoral y la de la denuncia a los responsables de la Consejería de Interior por su inacción. Hemos desalojado al president Torra. O sea, que nuestro marcaje es absoluto. Nuestro discurso denuncia todos los excesos del independentismo, la hispanofobia presente en Cataluña y la falta de libertades. Yo creo que todo constitucionalista en Cataluña sabe qué Ciudadanos hace todo lo que está en la mano de un partido de oposición con 36 diputados.
P.- ¿Se equivocaron no intentando la investidura de Inés Arrimadas?
R.- Es que yo esta objeción, que es muy frecuente, no la entiendo. A ver, esto es un sistema parlamentario. En los sistemas parlamentarios pues tu puedes ganar en votos, pero luego que otros grupos parlamentarios hagan alianzas y presenten candidaturas con los apoyos suficientes. Eso ya le pasó a Artur Mas, le pasó a Javier Arenas en Andalucía y ha pasado en todos los sistemas parlamentarios. No lo hicimos porque no teníamos los apoyos suficientes en Cataluña. Inés Arrimadas nunca pudo presentarse. Los partidos independentistas siempre tuvieron a un candidato para proponer. Es una frustración, sí, ganar en votos y en escaños y no poder gobernar.
P.- La mayoría de sondeos indican que independentistas y constitucionalistas quedarán prácticamente empatados por primera vez. Incluso el independentismo podría perder en porcentaje de votos. ¿El 15-F se acaba el procés?
R.- Es la oportunidad para que los independentistas que son más, vayan a votar menos y desmantelemos de una vez a un independentismo que está dividido, peleado entre sí y a unos electores que están frustrados y enfadados con sus dirigentes, que llevan años engañándonos con cosas que al final son irrealizables, es real. Por lo tanto, creo que sí, que es una oportunidad. El constitucionalismo no la puede perder y yo no voy a renunciar a ello. Durante esta campaña ni ataco ni atacaré al resto de partidos constitucionalistas, porque lo que me interesa a mí es sumar con ellos para desalojar a los independentistas del gobierno. Yo me metí en el año 2006 en política para eso, harto de la inacción del PP y de la comparsa del PSOE. Cuando nosotros fundamos Ciudadanos, Maragall estaba pactando un estatuto inconstitucional con la ERC de Carod Rovira y con la Iniciativa de Saura. Por tanto, nosotros, ya en aquella época estábamos hartos de cómo los partidos nacionales constitucionalistas dejaban abandonados a los catalanes ante la pujanza del independentismo. Por eso le repito yo al señor Illa que no hay que pactar con el independentismo, hay que ser más ambiciosos.
P.- Si la participación no llega al 50% ¿Las elecciones se podrán considerar legítimas? ¿Habrá repetición electoral?
R.- Yo creo que hay que ser muy cuidadoso y muy responsable para decir que unas elecciones no son legítimas. Sólo la Junta Electoral y los tribunales, en su caso, pueden dilucidar si por falta de que se hayan constituido las mesas suficientes, de que se hayan podido emitir los votos en tiempo o de que los escrutinios hayan sido correctos o no, sólo en casos muy objetivos y muy tasados, se puede deslegitimar unas elecciones. Si no corremos el peligro de que aquél al que no le haya ido bien, sea quien sea, diga que esas elecciones no eran legítimas. Aunque los resultados puedan ser complicados de gestionar en las elecciones, yo estoy convencido de que este sistema, el sistema jurídico democrático que tenemos nosotros, es suficiente para garantizar que las elecciones sean positivas. Sea cual sea la participación.