6 ventajas de los potitos ya preparados
Comenzar a introducir en la alimentación de un bebé otros productos diferentes a la leche materna es un paso trascendental. Al mismo tiempo, tenemos que decir que también es complicado ya que, por regla general, le cuesta adaptarse a otro tipo de sabores y de texturas.
Las papillas y purés son los platos que se incluyen en la dieta alimenticia del niño en ese momento y se pueden presentar de dos formas: en versión casera o ya preparada. La primera, como su nombre indica, es la que cualquier madre le cocina en casa y la segunda es la que se adquiere ya elaborada en farmacias o supermercados.
Tanto una modalidad como la otra son óptimas para la salud nutricional del pequeño. No obstante, ahora vamos a centrarnos en las ventajas que supone decantarse por los potitos ya elaborados:
- No requieren ningún tipo de tiempo de preparación, simplemente hay que calentarlos. De ahí que pasen a facilitar de manera notable la labor de los padres que trabajan y que no cuentan con demasiado tiempo libre para pasarlo en la cocina.
- Se convierten en la mejor alternativa para alimentar al niño cuando se está fuera de casa.
- Cumplen con todas las normativas legales en cuanto a valores nutricionales se refiere.
- Los potitos que se venden en supermercados y farmacias ofrecen a los padres la seguridad de que se han preparado con las medidas justas de sal o de lípidos.
- No menos importante es que en ciertos lugares del mundo, donde no hay posibilidad de adquirir productos naturales en buenas condiciones, se convierten en la mejor alternativa para alimentar a los bebés. ¿Por qué? Porque al cumplir con la normativa, aseguran que son artículos saludables y de máxima calidad.
- Se pueden conservar mucho más tiempo que los que se elaboran en casa.