Petequias en niños: qué son, causas y cuándo contactar con el pediatra
Unas pequeñas manchas rojas o púrpuras en la piel que pueden indicar algo grave
Cómo cuidar la piel de los niños, según la Dra. Elisa Pinto
La piel de los niños puede presentar diversas imperfecciones a lo largo de su desarrollo. Desde el nacimiento hasta la adolescencia, es común observar una variedad de manchas, erupciones y lesiones cutáneas que pueden ser motivo de preocupación para los padres. Entre las muchas condiciones que pueden afectar la piel infantil, se encuentran las erupciones virales, los eczemas, las alergias y las infecciones bacterianas. Cada una de estas condiciones puede variar en gravedad, desde ser benignas y transitorias hasta ser señales de enfermedades subyacentes más serias.
Uno de los tipos de imperfecciones cutáneas que tiende a preocupar más a los padres son las petequias. Estas pequeñas manchas rojas o púrpuras en la piel, que no desaparecen al aplicar presión, pueden ser alarmantes al no conocer su causa o significado. Las petequias son lesiones puntiformes que resultan de sangrados subcutáneos y pueden ser indicativas de diversas condiciones médicas, algunas de las cuales requieren atención médica inmediata.
Comprender qué son las petequias, qué las causa y cuándo es necesario contactar con el pediatra es crucial para asegurar el bienestar del niño. A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle las características de las petequias, sus posibles causas y los pasos a seguir para evaluar si es necesario buscar ayuda médica profesional.
¿Qué son las petequias?
Las petequias son pequeñas manchas rojas, púrpuras o marrones en la piel, que se producen por la extravasación de sangre de los capilares hacia los tejidos subyacentes. A diferencia de otros tipos de erupciones, las petequias no desaparecen al aplicar presión sobre ellas, un fenómeno conocido como «signo del vaso». Estas manchas miden generalmente menos de 2 milímetros de diámetro y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Causas de las petequias
Una de las causas más comunes de petequias en los niños son los traumas y las lesiones menores. Los niños, debido a su actividad constante y naturaleza exploratoria, son propensos a golpes y caídas que pueden romper pequeños capilares bajo la piel, resultando en petequias.
Las infecciones, tanto virales como bacterianas, también pueden causar petequias. Entre las infecciones virales, destacan las causadas por enterovirus y parvovirus, mientras que las infecciones bacterianas, como la septicemia, pueden ser mucho más graves y requieren atención médica urgente.
Por otro lado, los trastornos de la coagulación de la sangre, como la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) y la leucemia, pueden manifestarse a través de petequias. Estos trastornos afectan la capacidad del cuerpo para formar coágulos de sangre y controlar el sangrado, lo que puede resultar en la aparición de estas manchas.
También, ciertos medicamentos como los anticoagulantes y algunos antibióticos, pueden tener como efecto secundario la aparición de petequias. Asimismo, las reacciones alérgicas severas pueden causar petequias, especialmente en casos de anafilaxia.
Síntomas asociados a las petequias
Es importante observar si las petequias están acompañadas de otros síntomas, ya que esto puede ayudar a determinar la gravedad de la condición subyacente. Los síntomas adicionales que pueden acompañar a las petequias incluyen fiebre, malestar general, dolor en las articulaciones, fatiga y sangrado anormal en otras partes del cuerpo, como las encías o la nariz.
Cuándo contactar con el pediatra
Si las petequias aparecen de manera repentina y sin una causa aparente, es fundamental contactar con el pediatra. Esto es especialmente importante si no hay un historial reciente de traumas o lesiones que puedan explicar su aparición.
Como se mencionó anteriormente, la presencia de fiebre, dolor en las articulaciones, malestar general o cualquier otro síntoma preocupante junto con las petequias requiere una evaluación médica inmediata. Estos síntomas pueden ser indicativos de infecciones graves o trastornos hematológicos que necesitan tratamiento urgente.
Si se observa un deterioro en el estado general del niño, como letargo, irritabilidad extrema, palidez o dificultad para respirar, es crucial buscar atención médica de inmediato. Estos signos pueden ser señales de una condición médica seria que requiere intervención inmediata.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de las petequias generalmente incluye una revisión detallada del historial médico del niño, un examen físico completo y posiblemente algunas pruebas de laboratorio. Las pruebas de laboratorio pueden incluir un hemograma completo para evaluar los niveles de plaquetas y glóbulos blancos, así como pruebas de coagulación para verificar posibles trastornos.
El tratamiento de las petequias dependerá de la causa subyacente. Si las petequias son el resultado de un trauma menor, generalmente no se requiere tratamiento específico y las manchas desaparecerán por sí solas. Sin embargo, si las petequias son causadas por una infección o un trastorno hematológico, el tratamiento puede incluir antibióticos, medicamentos antivirales o tratamientos específicos para el trastorno de coagulación.
Prevención
Aunque no todas las petequias pueden prevenirse, especialmente aquellas causadas por infecciones o trastornos hematológicos, algunas medidas pueden reducir el riesgo de aparición. Estas incluyen proteger a los niños de traumas físicos innecesarios, garantizar que estén al día con sus vacunas para prevenir infecciones, y vigilar los efectos secundarios de los medicamentos que puedan estar tomando.
En conclusión, las petequias en niños son una manifestación cutánea que puede preocupar a los padres debido a su apariencia y las posibles causas subyacentes. Aunque algunas causas son benignas, otras pueden ser indicativas de condiciones médicas serias que requieren atención inmediata. Conocer las características, causas y cuándo contactar con el pediatra es esencial para garantizar el bienestar y la salud del niño.