Ni Zootrópolis ni Peppa Pig: la película de los 60 que enseña a los niños el amor por los animales
Cuando uno piensa en un clásico de Disney protagonizado por animales lo primero que se viene a la mente es La dama y el vagabundo, pero no hace falta irse tan lejos para encontrar una película que enseñe a los niños a tratar con sus amigos perrunos.
La combinación perfecta entre un clásico, que ya has visto, que entretiene a los más pequeños y que enseña a respetar a los animales es 101 Dálmatas, estrenada en el año 1961.
Pese a tener casi 65 años, sigue siendo un película esencial para que los niños respeten y amen a los animales. Además, todo ello con una animación fantástica y una de las villanas más inolvidables de la historia.
La película de Disney de los 60, para que los niños amen a los animales
La película cuenta la historia de Pongo y Perdita, dos dálmatas que viven felices con sus dueños, Roger y Anita, en un Londres moderno. De hecho, los perros son los culpables de que la pareja se conozca.
Todo cambia cuando Perdita da a luz a una camada de quince cachorros que llaman la atención de Cruella de Vil, una diseñadora obsesionada con las pieles exóticas. La villana, incapaz de obtener a los pequeños por las buenas, contrata a dos ladrones torpes para secuestrarlos.
A partir de ahí, arranca una misión de rescate que se apoya en la solidaridad del latido nocturno, la cadena de comunicación entre perros de todo el país que moviliza a animales de distintas razas y tamaños para salvar a los dálmatas.
Con todos esos elementos los niños aprenden a respetar la vida de los animales, pero sin aburrirse. Entre lecciones sobre el compañerismo, van a disfrutar de chistes, persecuciones, nieves y alta tensión.
Pero lo mejor de todo es el final (después de 64 años ya no es un spoiler): los cachorros perdidos no eran 15, sino 99. Roger y Anita, lejos de abandonarlos, deciden adoptarlos a todos.
Por qué ‘101 Dálmatas’ es la película perfecta para enseñar valores
Más allá de su estética y su humor, la película sigue triunfando porque enseña algo esencial: los animales sienten miedo, afecto y dolor.
Cruella simboliza el maltrato, la frivolidad y el consumo irresponsable; Roger, Anita, Pongo y Perdita representan la protección, la empatía y la familia ampliada.
Los pequeños espectadores entienden de inmediato quién actúa bien y quién actúa mal, qué significa cuidar de un animal y por qué es importante defenderlo. Aquí no hay personajes grises ni relativismos.
Además, la película también anticipa debates actuales, como el rechazo a la explotación animal o la importancia de adoptar y dar un hogar seguro a los animales.
El largometraje de animación que cambió la historia de Disney
Pero 101 Dálmatas no sólo destacó por su historia y por sus valores. El motivo principal por el que debes ponérsela a tu hijo es que es un largometraje tremendamente divertido.
De hecho su calidad es increíble. Por ejemplo, revolucionó la animación al utilizar la técnica de xerografía, que permitía reproducir directamente los bocetos de los animadores en las celdas finales sin necesidad de entintado manual.
Este pequeño avance redujo drásticamente el tiempo y el coste de producción, algo crucial tras el elevado presupuesto de otros clásicos del estudio. Gracias a este avance, Disney pudo dibujar y animar cientos de perros sin caer en la repetición excesiva ni perder expresividad.