¿Qué es el método MELA o amenorrea de la lactancia?

método MELA
El método MELA es un recurso anticonceptivo para el postparto.

Es cierto que hay mujeres que se quedan embarazadas durante la fase de lactancia, propiciando luego que tengan que acometer lo que se conoce como lactancia en tándem. Sin embargo, hay otras muchas que tienen muy claro que no quieren quedarse en estado en ese momento. ¿Y qué hacen? Recurren al empleo del conocido método MELA.

¿Quieres descubrir qué es o en qué consiste? Te lo contamos a continuación. Toma nota.

¿Qué es el método MELA?

Lo primero que hay que saber es que cuando nos estamos refiriendo al método MELA estamos haciendo mención al Método de la Lactancia y de la Amenorrea o Método de la Amenorrea de la Lactancia.

Básicamente se trata de un método natural anticonceptivo que evita que la mujer pueda quedarse embarazada nuevamente mientras está dando el pecho a su bebé.

¿Qué condiciones tienen que darse para usar el método MELA?

método MELA

Para que pueda hacerse uso de la efectividad de este sistema, hay que tener en cuenta que deben darse tres situaciones fundamentales:

  • Primero, que la mujer esté en situación de amenorrea. Es decir, que no cuente con el primer sangrado postparto, que es el que se produce después de diez o más días del correspondiente puerperal. Vamos, que no debe tener la regla.
  • Segundo, que está dando el pecho en exclusiva o casi en exclusividad y que sea a demanda.
  • Tercero, que su hijo no tenga más de seis meses de edad.

Otras claves del método MELA

Además de lo indicado, es importante conocer porqué funciona este método. Sí, porqué se considera que es muy efectivo y que de cada 200 mujeres que lo emplean solo un 0,5 % se queda en estado.

En ese caso, estos son los aspectos más reseñables a tener en consideración:

  • El periodo de amenorrea después de dar a luz y durante la lactancia puede durar varios meses. Es más, incluso se han dado casos de féminas a los que esa situación se les llega a alargar en el tiempo hasta los dos años.
  • La amenorrea postparto, la ausencia de regla después de dar a luz, se explica porque, entre otras causas, tiene como responsable a la succión del pezón. Sí, esta altera la hormona luteinizante, que es la responsable de que se produzca la ovulación. De ahí que la menstruación no tenga lugar como sería lo habitual.

¿Cuándo no se puede usar como anticonceptivo?

método MELA

Además de todo lo expuesto, es importante conocer cuándo ya la mujer que está utilizando este recurso como anticonceptivo no puede seguir empleándolo. En concreto, hay que determinar que debe dejar de usarlo cuando se den estas circunstancias que ahora exponemos:

  • Cuando el bebé haya cumplido ya los seis meses de edad.
  • En el momento en el que la menstruación vuelva a aparecer de manera absolutamente normal, tal y como sucedía antes del embarazo.
  • Cuando el niño deje de tomar la lactancia en exclusiva.

De la misma manera, se viene a indicar por parte de los profesionales sanitarios que tampoco es recomendable este método cuando la mujer esté tomando medicación e incluso si se da el caso de estar infectada por el VIH. Es más, tampoco se debe optar por el mismo cuando el bebé, por ciertas deformaciones que pueda tener, no se alimente únicamente con la lactancia o directamente no puede mamar.

Más aspectos de interés

Si importante es todo lo expuesto, no podemos olvidar tampoco estos otros igualmente significativos como son estos:

  • Se considera que las féminas que, cumpliendo con las condiciones citadas, recurran a su uso tendrán un 0% de posibilidades de quedarse embarazadas en las primeras doce semanas posteriores al parto.
  • Además de la citada técnica, no hay que pasar por alto que existen otros métodos anticonceptivos que se pueden utilizar durante la lactancia. Nos estamos refiriendo a las pastillas anticonceptivas, a la inyección trimestral o a ciertos implantes subdérmicos. Por supuesto, sin olvidar otros como el diafragma o el preservativo.
  • Entre las principales ventajas que posee este recurso que nos ocupa están que no requiere ningún gasto económico o que se puede usar por cualquier persona independientemente de sus creencias religiosas. Y eso sin pasar por alto que no afecta en absoluto a las relaciones sexuales y que la propia mujer pueda encargarse de controlarlo.
  • En contra del MELA está, entre otros, el hecho de que no evita que se puede transmitir una enfermedad de tipo sexual. Y, por supuesto, que no tiene una garantía 100 % de fiabilidad más allá de las primeras semanas.

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