Los mejores roscones de Reyes para tus hijos
Mañana día 5 de diciembre vamos a celebrar la noche más especial del año para los niños: la de Reyes, que es cuando sus Majestades de Oriente (Melchor, Gaspar y Baltasar) van a los hogares para dejarles unos regalos a los pequeños por haberse portado bien.
Si las habituales cabalgatas o esos mismos presentes son piezas claves de la celebración, no lo es menos un dulce que a todos encanta: el roscón de Reyes. Se trata de un alimento muy sabroso que encanta a mayores y a menores y que este año puedes prepararlo tú para hacer que tus hijos tengan un desayuno o una merienda exquisita.
En concreto, si sigues leyendo te encontrarás varias recetas diferentes para que elijas la que consideras que más puede gustar a tus pequeños:
Roscón tradicional
Si por primera vez te enfrentas a preparar este dulce y quieres hacerlo con la fórmula habitual, sigue leyendo. En concreto, lo primero que debes hacer para conseguir tu propósito es adquirir los pertinentes ingredientes: harina de trigo, azúcar, levadura en polvo, mantequilla, leche, huevos, sal, limón y frutas confitadas.
Una vez con todos esos alimentos en la cocina, sólo te quedará ponerte manos a la masa:
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Lo primero que debes hacer es tamizar la harina y cuando la tengas lista, disponerla en un bol a modo de volcán, es decir, con un agujero en medio. Y es que en ese espacio es donde verterás tanto el azúcar como los huevos, la levadura, la leche, un poquito de sal, la ralladura del limón y la mantequilla.
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A continuación, procederás a mezclarlo todo bien, hasta que tengas una masa consistente y que no se te pegue a las manos. El resultado que obtengas lo colocarás en un bol y lo taparas con un paño de cocina para que repose durante un mínimo de tres horas.
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Pasado el tiempo citado, dale a la masa la forma de un roscón y vuelve a dejarla quieta y tapada durante una hora aproximadamente.
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Una vez pasado ese tiempo, lo que te quedará será colocarle en el interior de la masa alguna sorpresilla, untarlo con huevo batido, ponerle las frutas confitadas y espolvorearlo con azúcar.
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Cuando ya lo tengas listo, procede a colocarlo en una bandeja y mételo en el horno, a unos 170º aproximadamente, sobre una media hora aproximadamente.
De esta manera tan sencilla, conseguirás tener un roscón de Reyes que encantará a los adultos de tu casa, pero especialmente a los niños, que no podrán resistirse a comerlo acompañado de un buen tazón de chocolate o cacao en polvo.
Roscón sin gluten
En el caso de que alguien de tu familia y especialmente tus hijos sean celiacos, no te preocupes pues eso no va a impedir que esta Navidad disfruten de un sabroso roscón de Reyes. Lo único que tendrás que hacer al prepararlo es tener en cuenta dicha circunstancia para así comprar y emplear los ingredientes que no les puedan causar ningún daño.
Los expertos en repostería señalan que para elaborarlo se tendrán que adquirir los siguientes productos: harina sin gluten, leche, aceite, huevos, frutas escarchadas, azúcar glas, limón, naranja, sal y levadura.
¿Qué pasos seguir para cocinarlo? Los que te mostramos a continuación:
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Lo primero será coger un cazo y en el mismo echar la leche, el zumo de naranja, el aceite y los huevos. Templarlo todo y mezclarlo hasta conseguir un resultado homogéneo. A continuación se le añadirá la levadura y también el azúcar, para acto seguido volver a removerlo todo.
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Cuando se tenga lista la citada mezcla, se le sumará la harina de trigo y se amasará todo junto hasta que se obtenga un resultado perfecto.
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La masa que se obtenga, se guardará en un bol y este se tapará con un paño de cocina para dejarla reposar como en el caso del primer roscón, en esta ocasión se considera que será suficiente con una hora. Tiempo ese que se puede aprovechar para rallar la cáscara de un limón y también la de una naranja.
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Después de esos sesenta minutos de espera, se cogerá la masa, se le dará forma de roscón y se procederá a aplicarle las ralladuras, a “pintarla” con una brocha extendiendo lo que sería el huevo batido así como a colocarle las pertinentes frutas escarchadas para, a continuación, volver a dejarla reposar tapada otros minutos.
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Cuando se pueda comprobar que ese roscón ha aumentado su volumen, se le añadirá el azúcar glass por encima y se le colocará en una bandeja para introducirlo en el horno. Allí podrá estar veinte minutos, aproximadamente, a unos 160º o 170º grados.
De esta manera, tendrás un dulce navideño que encantará a tus hijos y que no les traerá consigo ningún problema de salud, porque está elaborado de tal forma que cualquier persona con la enfermedad de la celiaquía pueda comerlo.