Embarazo

Estrías durante el embarazo: mitos y verdades

Las estrías son comunes en el embarazo pero también se pueden evitar

12 mitos sobre el embarazo que podemos disipar

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Mujer embarazada con estrías.
Blanca Espada

El embarazo es una etapa de grandes cambios, no solo emocionales y fisiológicos, sino también físicos. Uno de los aspectos que más preocupa a muchas mujeres durante esta fase es el cuidado de la piel, particularmente la prevención de las estrías en el embarazo. Estas marcas, que aparecen como líneas visibles en la superficie de la piel, pueden ser una fuente de estrés para quienes las experimentan, pues alteran la estética de la piel y son difíciles de eliminar completamente una vez que se han desarrollado,  por lo que es mejor prevenir, pero también conocer de forma detallada sus mitos y verdades.

El cuidado de la piel durante el embarazo va más allá de la vanidad; tiene que ver con la salud dermatológica. La piel se estira y adapta rápidamente a medida que el cuerpo cambia para acomodar al bebé en crecimiento. Este rápido estiramiento puede causar no solo estrías, sino también picazón, sequedad y otros malestares. Por ello, mantener una rutina de cuidado de la piel es esencial para fortalecer y mejorar la elasticidad de la misma, reduciendo así la probabilidad de desarrollar estrías.

La prevención efectiva de las estrías comienza con entender qué son y cómo se forman durante el embarazo. Esto no solo ayuda a manejar las expectativas, sino que también permite a las mujeres embarazadas adoptar medidas proactivas basadas en información veraz y comprobada. A continuación, desglosaremos los mitos y verdades acerca de las estrías durante el embarazo para brindar una guía clara y útil sobre cómo manejar este cambio común en la piel.

¿Qué son las estrías y por qué aparecen durante el embarazo?

Las estrías, médicamente conocidas como «striae gravidarum» en el contexto del embarazo, son cicatrices que se forman cuando la piel se estira más allá de su capacidad de elasticidad en un periodo corto de tiempo. La piel está compuesta por tres capas principales: epidermis (la capa externa), dermis (la capa media) y subcutis o hipodermis (la capa más profunda). Las estrías surgen en la dermis, que es la que ayuda a la piel a mantener su forma. Cuando la piel se estira rápidamente, las fibras de colágeno y elastina, esenciales para la elasticidad de la piel, se rompen, resultando en las marcas características de las estrías.

Durante el embarazo, las estrías son comunes en áreas donde la acumulación de grasa es más pronunciada y donde el estiramiento de la piel es intenso, como el abdomen, los senos, los muslos y las caderas. El aumento de peso acelerado y el tamaño creciente del bebé ejercen presión sobre la piel, lo cual contribuye a la aparición de estas marcas.

Mitos y verdades sobre las estrías en el embarazo

Conocer el porqué aparecen las estrías y llevar a cabo un tratamiento temprano son las claves para lograr que no se marquen o que de hecho, no aparezcan. Sin embargo, también es clave conocer algunos de los mitos que más se mencionan sobre las estrías y de este modo saber si son verdad o no.

Mito 1: sólo las cremas caras pueden prevenir las estrías

Mentira: No es necesario gastar una fortuna en cremas especializadas para prevenir las estrías. La hidratación de la piel puede lograrse con productos más económicos que contengan ingredientes efectivos como la vitamina E, aceite de almendra, manteca de cacao o de karité. La clave está en la aplicación regular y en mantener la piel bien nutrida y elástica.

Mito 2: Las estrías son completamente evitables

Verdad: La predisposición genética juega un papel crucial en la formación de estrías. Si las mujeres en tu familia las han desarrollado durante el embarazo, es probable que tú también lo hagas. Si bien no se pueden evitar completamente, se puede reducir su severidad e intensidad con cuidados adecuados de la piel.

Mito 3: Las estrías desaparecen completamente con el tiempo

Mentira: Aunque las estrías pueden desvanecerse hasta ser menos notorias, rara vez desaparecen completamente. Se pueden aclarar con tratamientos tópicos, terapias con láser y otros procedimientos dermatológicos, pero las marcas en sí son permanentes.

Mito 4: Hacer mucho ejercicio puede prevenir las estrías

Mentira: Aunque el ejercicio puede ayudar a mantener un aumento de peso saludable y mejorar la circulación y la elasticidad de la piel, no garantiza la prevención de las estrías. Lo importante es combinar el ejercicio con una buena hidratación y cuidado de la piel.

Mito 5: Sólo las mujeres embarazadas desarrollan estrías

Mentira: Cualquier persona puede desarrollar estrías en períodos de rápido crecimiento o aumento de peso, incluidos adolescentes durante la pubertad, personas que ganan músculo rápidamente, o aquellos que experimentan fluctuaciones significativas en su peso.

En resumen, las estrías son una parte natural del embarazo para muchas mujeres. Si bien no se pueden prevenir completamente, entender lo que las causa y cómo se pueden manejar puede ayudar a vivir este hermoso proceso con más tranquilidad y confianza.

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